México intenta organizar la ayuda en las zonas inundadas
El derrumbe de un cerro sobre un poblado mantiene atrapadas a 58 personas en la sierra de Guerrero, el estado más afectado por las lluvias
LA HABANA. Actualizado: GuardarLa magnitud de los fenómenos naturales 'Manuel' e 'Ingrid', que azotan esta semana México por la costa Atlántica y por el Pacifico, no pudo ser calculada a tiempo de prevenir las graves consecuencias que está provocando. Así lo reconoció ayer la oficina nacional de Protección Civil. Pese a las alertas, la habilitación de albergues y refugios, la fuerza de los vientos y las inundaciones han causado hasta ahora la muerte de más de 80 personas, 18 solo en Acapulco, mientras otras 58 permanecían sepultadas por un desprendimiento de tierras en Atoyac, uno de los municipios rurales donde la ayuda ha tardado más en llegar y ha provocado que ONG denuncien la discriminación hacia los indígenas.
'Manuel', convertido en huracán de categoría 1, estaba ayer estacionario frente a Sinaloa, Sonora y Baja California Sur, hasta donde llegó descargando un diluvio que antes anegó Acapulco. Con la salida del sol, las aguas descendieron de nivel. Pero en las zonas más apartadas de la locidad costera de Miguel Alemán emergió el lodo que, mezclado con la basura y animales muertos, desprendía un olor pestilente.
Muchos turistas esperaban durmiendo en los pasillos de los hoteles a poder ser evacuados en alguno de los vuelos gratuitos que conecta esa ciudad con el distrito Federal. De los 40.000 atrapados, unos 11.000 viajaron en 88 vuelos a la ciudad de México en aviones de la Policía Federal, Sedena, Semar y dos líneas privadas. Otros 3.000 permanecen en la ciudad costera quejándose de que atienden primero a pasajeros VIP. El resto ha salido por otras vías.
Los estados más golpeados son Guerrero y Tamaulipas, pero la devastación se extiende por otros diez estados del centro del país. El mal tiempo ha hecho estragos en otros municipios menos conocidos. El Centro de Derechos Humanos Tlachinollan denunció que en la Montaña de Guerrero, los damnificados «han sido invisibilizados». Los muertos no se han cuantificado, las poblaciones están incomunicadas y los sobrevivientes no tienen alimentos.
Esta ONG denuncia que «es apremiante la situación» de varias comunidades donde unas 20 personas han muerto. También alertó del peligro del desgajamiento del cerro del Ixtle y aseguró que «es sumamente frustrante que la población indígena, que con muchos esfuerzos llegó a Tlapa, deba regresar sin asegurar que las autoridades les acompañen a sus comunidades a constatar los daños». «Una vez más, los más marginados son también los más olvidados», agregó un portavoz de Tlachinollan.
Avalancha en La Pintada
Por su parte, el gobernador Ángel Aguirre Rivero lamentó que en la comunidad de La Pintada, municipio de Atoyac, continuaban desaparecidas 58 personas, principalmente niños, mujeres y mayores, debido al derrumbe de un cerro sobre un poblado. Sin embargo, justificó que si hay municipios sin ayuda se debe a que las condiciones climatológicas lo han impedido. Ayer la meteorología permitió la llegada de las primeras asistencias por carretera, aunque la autopista entre Acapulco y la capital mexicana permaneció cerrada hasta hoy al mediodía (hora local).
El ministro de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chon, admitió que el panorama «es muy complejo, van a ser muy difíciles las labores; en el momento en que el clima permita aterrizar en el lugar, se iniciarán los trabajos». No obstante aseguró que «no es necesaria ninguna presión ni esperar una acción distinta para entregar a las comunidades, está bien diseñado el plan para entregar la ayuda a quien lo necesite, se va a poner disciplina para evitar abusos».
Pero ni la Policía pudo evitar saqueos y desmanes en algunos centros comerciales. En la tienda mayorista Costco, en el bulevar de las Naciones de Acapulco, los damnificados cargaban bultos enormes hurtados ante la presencia de los agentes. Para frenar el saqueo indiscriminado, la administración entregó gratis al público todas las mercancías dañadas por las lluvias.