
Rusia y Francia airean sus diferencias sobre Siria
Los ministros de Exteriores discrepan en público sobre la autoría del ataque químico
MOSCÚ. Actualizado: GuardarEl ministro de Exteriores francés, Laurent Fabius, no logró ayer en Moscú mover ni un ápice la posición de Rusia en cuanto a una posible resolución «fuerte» del Consejo de Seguridad de la ONU en relación con Siria. «La resolución (.) no invocará el capítulo 7 -del Acta de Naciones Unidas sobre el recurso a la fuerza-, lo hemos dicho claramente en Ginebra», recalcó el jefe de la Diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, tras reunirse con su homólogo galo. Un día después de que se conociera el contenido del informe de los investigadores de Naciones Unidas sobre el ataque en la localidad de Guta y de la reunión de París entre el presidente francés, François Hollande y los ministros de Exteriores de EE UU y Reino Unido, que estimaron «esencial» la aprobación en la ONU de una resolución sobre Siria «fuerte, vinculante y con consecuencias», la misión de Fabius era convencer a Moscú.
Éste le dijo a Lavrov que «a la vista de la cantidad de gas sarín empleada, de los vectores y tecnología utilizada en el ataque, además de otros aspectos, parece que no hay ninguna duda de que el régimen está detrás». A lo que su interlocutor respondió que él sí tiene dudas y muchas.
Durante la rueda de prensa que ofrecieron los dos, Lavrov admitió que, de acuerdo con el informe, se utilizaron armas químicas en Guta, pero señaló que el documento «ha dejado sin responder numerosas preguntas que habíamos planteado (.) como, por ejemplo, si las armas habían sido producidas en una fábrica o eran de elaboración artesanal».
El canciller ruso aseguró que su país «tiene serias razones» para creer que lo sucedido el 21 de agosto «fue una provocación». Constató que Moscú y París mantienen «enfoques distintos» sobre cómo solucionar la crisis siria.