Fotografía facilitada por la Guardia Civil de varios inmigrantes saltando la valla de Melilla. :: EFE
ESPAÑA

Unos 200 inmigrantes entran tras un asalto en masa a la frontera de Ceuta y Melilla

Las avalanchas de subsaharianos se han saldado con seis guardias civiles heridos y graves daños en la valla limítrofe

SEVILLA. Actualizado: Guardar
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Helicópteros a baja altura, coches de policía por todas partes.Y cientos de inmigrantes huyendo por las calles. Este fue el panorama que sobresaltó a primera hora de la mañana de ayer a numerosos vecinos de Melilla. Los agentes trataron de hacer frente a la avalancha que instantes antes se había producido en la valla, y que no impidió que un centenar de inmigrantes lograran pasar a España desde Marruecos. De forma casi simultánea, otro centenar de inmigrantes llegó a Ceuta a nado aprovechando el espigón que hace de frontera.

Los asaltos fueron protagonizados por cerca de 600 inmigrantes, aunque en su mayoría pudieron ser repelidos tanto por los gendarmes marroquíes como por la Guardia Civil. No obstante, unas 200 personas consiguieron su objetivo y permanecían ayer en dependencias policiales de ambas ciudades autónomas a la espera de ser trasladados a los Centros de Estancia Temporal, que se encuentran desbordados.

El asalto más espectacular se produjo en Melilla, en la zona comprendida entre los pasos fronterizos del Barrio Chino y Beni Enzar, colindante con varias urbanizaciones residenciales. Unos 300 inmigrantes subsaharianos se acercaron a primera hora de la mañana a la alambrada y, según algunos testigos «literalmente arrasaron con todo lo que tenían por delante». Aunque la intentona fue repelida por ambos lados, un centenar de personas logró entrar en la ciudad y se desperdigó por las calles tratando de esconderse. La avalancha provocó un enorme agujero de unos 50 metros en la doble valla, cuya reparación podrían concluir hoy.

El Gobierno destacó la «gran violencia» que los inmigrantes emplearon en el asalto, lanzaron piedras y palos contra los agentes que trataron de frenar la entrada. Seis guardias civiles resultaron heridos, mientras que uno de los inmigrantes se produjo una fractura en la pierna al saltar y necesitó ser trasladado al hospital. La vigilancia en la zona había sido reforzada a finales de mayo.

Desesperación

Hacía semanas que no se producían incidentes en los perímetros fronterizos tras las masivas llegadas en balsas hinchables de juguete registrada a principios de agosto. Y la situación tiene visos de continuar en los próximos días, según advierten las ONG que trabajan sobre el terreno.

El repunte, entre otros motivos, obedece al aumento las redadas continuas en ciudades como Tánger, Tetuán y Rabat, además de los intentos de las mafias de apurar sus intentos antes de que llegue el otoño y el mal tiempo. En este sentido, el delegado del Gobierno en Ceuta, Francisco Antonio González, asegura que en la zona fronteriza de Marruecos hay hasta 600 inmigrantes, en su mayoría subsaharianos, esperando una oportunidad para entrar en la ciudad.