Óscar Jaenada, por Etxeberría. :: EFE
Sociedad

Etxeberría triunfa con su Guernica

Hannibal Laguna deleita con fastuosos vestidos creados con hilos metálicos, seda y algodón y Agatha Ruiz de la Prada no defrauda El guipuzcoano acapara las alabanzas en una jornada marcada por el despropósito de Francis Montesinos

MADRID. Actualizado: Guardar
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Francis Montesinos inauguró ayer el ecuador de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid convirtiendo la pasarela en un florido tablao flamenco en el que se explayó el bailarín Rafael Amargo, protagonista del extraño homenaje que el modisto valenciano quiso hacer a la libertad.

El diseñador, inspirado en el artista Miguel de Molina, ha trabajado con hilos de oro, brocados, lentejuelas y bordados con detalles de volantes plisados y puntillas, sin dejar de lado sus características mangas desbordantes y los largos pañuelos de gasa al cuello. Una línea muy flamenca que dio paso, a ritmo de 'La bien pagá', a prendas punk con la rejilla y el denim como punto de partida. Un mix sin sentido en el que el minimalismo no tiene cabida.

Menos mal que llegó Hannibal Laguna para poner un poco de cordura. El venezolano deleitó con fastuosos vestidos creados con hilos metálicos, seda y algodón, voluminosos y ligeros, atreviéndose a bordar flores en blanco -pintadas a mano- sobres sus coloridos fondos: oro, coral, rosa y turquesa. Destaca la dualidad de colores para crear el efecto de dos piezas, con faldas estilo años cincuenta.

Después llegó el turno de Agatha Ruiz de la Prada, que no defraudó a sus seguidores con 46 piezas pintadas a mano, rememorando sus comienzos. Patrones oversize se mezclan con vestidos que enmarcan la cintura o la ocultan tras siluetas globo y evasés reforzadas con volantes. Destacan las piezas dobles que parecen chorrear sobre sus bases, líneas michelín de estructura piramidal y prendas pelota, la mayoría con el blanco como base.

Un soplo de aire fresco

El guipuzcoano Etxeberría abrió la franja vespertina con su visión del 'Guernica' en una colección que va dejando de lado la sastrería inglesa para dar relevancia a los patrones de la España rural: la chaquetilla corta andaluza, el blusón vasco o la chamarreta lagarterana. Sin abandonar el uso de la piel, introdujo el punto circular y desagujado junto con algodones fieltrados. El resultado son unas prendas simples en sus formas pero barrocas en texturas. Un soplo de aire fresco al que ha puesto la guinda el actor Óscar Jaenada.

Minutos después se subió a la pasarela el tímido Rabaneda para mostrar 'Martes', dedicada a las mujeres con carácter que se escapan de lo convencional y dan importancia a la comodidad. Las siluetas son libres, con líneas rectas en las que abunda el gazal apaciguado con una paleta de blancos, azules, beiges, negros y pardos.

Juana Martín impregnó con el aroma de la dama de noche la antaño Pasarela Cibeles. La delicadeza de la planta se trasladó a la costura a mano y al mimo por de los detalles con encajes de Chantilly, algodones y sedas que evocan a una fémina sofisticada en blanco, negro y amarillo.

Por su parte, Ion Fiz creó una noche estival en un jardín romántico y exótico con formas ligeras en piezas de inspiración lencera: sutiles drapeados, asimetrías discretas y bordados artesanales. Destacan los vestidos largos y etéreos en tul con escotes desbocados y capas. La colección masculina se compone de chaquetas cortas, chalecos largos y pantalones de talle alto.

Mujeres opuestas

El origen de la vida y el futuro se entrelazaron en las propuestas de Maya Hansen, que con su explosión de color dejó pasmados a los presentes. La madrileña echa mano de los tejidos pesados que se ciñen a la silueta como una segunda piel en vestidos péplum, siluetas lápiz, chaquetas cortas, pantalones slim fit y, por supuesto, corsés.

Para cerrar la jornada, María Barros se fusionó con el espíritu del enólogo. Las tonalidades tierra, florales y cítricas componen la principal paleta cromática de unas prendas ricas en detalles. Las siluetas del vino marcan una línea femenina y romántica, en la que tejidos fluidos como la gasa, seda y algodones son los protagonistas.