Una Europa con 25 millones más de pobres
La clase media de la UE podría pagar muy cara la política de austeridad puesta en marcha por Bruselas
Actualizado: GuardarLa Unión Europea (UE) ha instituido la austeridad económica como doctrina máxima para superar la crisis y alcanzar el ansiado crecimiento. Los Gobiernos que aplican esta política llevan a cabo lecturas de resultados en clave macroeconómica, pero, más allá del análisis a gran escala de la situación, los resultados, en ocasiones, son mucho más cercanos. Los tipos de interés, el déficit de los estados o las reestructuraciones bancarias influyen directamente en la vida de todos y cada uno de los ciudadanos europeos. La organización internacional Intermón Oxfam prevé un desenlace fatal de las políticas implementadas contra el exceso de gasto, y estima que Europa sumará en los próximos años 25 millones de pobres a los 120 registrados en 2011.
La UE considera pobre a toda persona o familia «cuyos recursos (materiales, culturales y sociales) son a tal punto limitados que quedan excluidos del estilo de vida mínimamente aceptable para el estado miembro en el que habitan». A un día de la reunión que juntará en Vilna (Lituania) a los ministros de economía de los Veintiocho, Intermón Oxfam en su estudio 'La trampa de la austeridad', llama la atención sobre la nula rentabilidad social que tiene, a su juicio, la política económica actual y auguran que dejará a 146 millones de personas en riesgo de pobreza, un 25% de la población total de la Unión.
Los objetivos principales del recorte en el gasto público pasan por equilibrar unos presupuestos que en muchos países estaban descontrolados, reducir un déficit excesivo y recuperar la confianza de los mercados, paso previo al crecimiento y la creación de empleo. La ONG advierte que no solo no se están cumpliendo, sino que «se están cobrando un elevado coste social».
En este sentido, el profesor de economía en la escuela de negocios Esade, Pedro Aznar, considera que la política de austeridad «sí que ha tenido éxito» en algunos aspectos concretos. En el caso español, el Estado paga menos interés por los créditos y finalmente no se realizó un rescate total a su economía, algo que hubiera sido casi inasumible para la UE. Pero asegura que la austeridad también «dificulta la recuperación de la economía normal: la creación de empleo y el crecimiento en la producción de las empresas».
Un modelo de prosperidad basado en la inversión «en escuelas, hospitales, vivienda investigación y tecnología» es la mejor opción para Intermón Oxfam, lo que permitiría volver al trabajo a millones de ciudadanos en una economía sostenible. Calcula que, de seguir por el camino de recortes emprendido, se pueden tardar más de dos décadas en volver a los índices de pobreza del 2008.
El empeoramiento en el nivel de vida de la clase media, para el profesor Aznar, responde más a efectos de la crisis que a las políticas que intentan superarla, aunque reconoce que la austeridad ayuda a la fusión de las clases medias en una clase media-baja. Los recortes en los servicios básicos son medidas que han suscitado una gran polémica entre la población, y Aznar asegura que el sufrimiento no viene tanto por la falta de ingresos sino por el déficit de servicios que provoca «un empeoramiento en la calidad de vida».
Alternativas
Para poner freno a este empobrecimiento ciudadano, la ONG baraja como alternativas, además de exigencias de índole política, una cancelación de la deuda de los estados con entidades extranjeras o, al menos, una renegociación para conseguir unas condiciones menos exigentes con los países, inversión en programas de desarrollo, aumento de los impuestos a las rentas más altas o persecución de la evasión fiscal.
Todas ellas darían un respiro a poblaciones y gobiernos con el agua al cuello, si bien, muchos de los casos, Pedro Aznar advierte que «son de difícil cumplimiento»: subir los impuestos tiene un resultado contractivo perjudicial para el consumo y la inversión y, de cara a la reducción de la evasión de capitales, es necesaria una unión entre países extremadamente compleja de llevar a la práctica. Además, hay una gran deuda externa que se debe pagar, pero facilitaría mucho las cosas que este ajuste fiscal «se realizara en más tiempo». Una aplicación menos radical de las reformas haría menos arduo a la población el camino hacia un horizonte incierto.