Un arsenal difícil de controlar
Expertos militares rusos admiten la complicación de lograr que El-Asad entregue los agentes tóxicos en medio de la guerra civil en el país
MOSCÚ. Actualizado: GuardarEl ministro ruso de Exteriores, Serguei Lavrov, que el lunes presentó a su homólogo sirio, Walid Muallem, la propuesta de que su país ponga las armas químicas bajo control internacional para evitar una intervención militar y reanimar la conferencia de paz de Ginebra, trabaja ahora para dar forma a la iniciativa. La impaciencia de EE UU y sus aliados, que temen que todo sea una maniobra para que Bashar el-Asad gane tiempo, obligó ayer al canciller ruso a comparecer nuevamente para garantizar que todo se hará lo antes posible.
«Rusia está preparando un plan concreto, riguroso y viable, para lo que está manteniendo contactos con la parte siria», afirmó Lavrov poco antes de que Damasco anunciara oficialmente que aceptaba deshacerse de su arsenal químico. Según el ministro, el plan «será presentado en un futuro inmediato y estamos dispuestos a hacer los retoques necesarios con la participación del secretario general de Naciones Unidas, los miembros del Consejo de Seguridad y la Organización para la Prohibición de Armas Químicas» (OPAQ).
Sin embargo, especialistas castrenses rusos consideran que, en medio de una guerra civil, va a ser muy complicado garantizar que Siria entregue hasta el último proyectil cargado con agentes tóxicos y revele dónde almacena estas sustancias. Damasco admitió que disponía de armas químicas en sus arsenales en julio del año pasado, después de haberlo negado cuando empezó la guerra contra Irak en 2003. Pero su existencia ya era conocida por la CIA desde antes.
En agosto de 2012, el Ejército sirio reanudó los ensayos cerca de Alepo. Se estima que los almacena en Homs, Latakia y Palmira y están colocados en las cabezas de numerosos misiles en las bases de Al-Safira y Hama. En estas ciudades tendría además factorías para producir cada año varias toneladas de gas mostaza y paralizantes nerviosos de alta toxicidad y efecto inmediato: sarín, tabún y VX.