Sociedad

Descifran el ADN del oso de Atapuerca

El hallazgo científico demuestra que el genoma puede conservarse durante cientos de miles de años en las cuevas

MADRID. Actualizado: Guardar
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El yacimiento prehistórico de Atapuerca (Burgos) vuelve a colocarse a la vanguardia de la investigación mundial. En esta ocasión no se trata del descubrimiento de los restos de un nuevo homínido, sino de la consecución del genoma mitocondrial completo de un oso que vivió en estos parajes de la provincia burgalesa hace 400.000 años y cuyos restos fueron encontrados en la Sima de los Huesos.

Este trabajo realizado por los científicos viene a demostrar que el ADN puede conservarse durante cientos de miles de años en las cuevas. Según publica esta semana la revista PNAS (Proceedings of the National Academy of Sciences), este es el primer genoma de la antigüedad obtenido en ambientes distintos del suelo permanentemente helado como son los del Círculo Polar Ártico.

En la investigación, liderada por el Instituto Max Plank de Antropología Evolutiva de Leipzig, han participado los investigadores del Centro Mixto (Instituto de Salud Carlos III-Universidad Complutense de Madrid) de Evolución y Comportamiento Humanos Nuria García y Juan Luis Arsuaga -que a su vez es director científico del Museo de la Evolución Humana- y la científica mexicana Cristina Valdiosera.

La recuperación del genoma mitocondrial completo de un antepasado del oso de las cavernas datado en unos 400.000 años permitirá conocer mejor la evolución de estos úrsidos. El 'ursus deningeri' es el antepasado del formidable oso de las cavernas, típica especie del Pleistoceno superior cuyos restos aparecen ya en numerosos yacimientos del norte de la península ibérica y que están datados decenas de miles de años después. El tamaño de este oso era superior al de los más grandes osos actuales y tenía una dieta menos carnívora que los osos pardos.

Según la revista PNAS, una investigación liderada por Jesse Dabney y Matthias Meyer del Instituto Max Plank de Antropología Evolutiva de Leipzig había demostrado que el ADN podía conservarse durante cientos de miles de años. Sin embargo, hasta ahora no había sido posible encontrar secuencias largas de ADN con más de 120.000 años en medios distintos del permafrost (suelo helado permanentemente).

El ADN mitocondrial se encuentra en unos orgánulos de las células llamados mitocondrias y es diferente del ADN nuclear. Ya en 2006, Cristina Valdiosera mostró que se conservaban fragmentos muy cortos de ADN mitocondrial en los osos fósiles de la Sima de los Huesos. En el presente estudio se ha aplicado una mejora en la técnica de extracción de ADN antiguo que hace posible recuperar y ensamblar fragmentos ultracortos (30-50 pares de bases) para reconstruir el genoma mitocondrial completo.

Ahora, el hombre

Este trabajo abre nuevas perspectivas a los investigadores y paleontólogos para la búsqueda de ADN antiguo en fósiles humanos. En la misma Sima de los Huesos se han hallado numerosos restos fosilizados de cerca de una treintena de individuos de la especie Homo Heidelbergensis, un antecesor de los hombres de neandertal.

El reto que se plantea es poder realizar el mismo estudio practicado en los huesos de los osos sobre los restos de estos homínidos. De lograrse sería el ADN más antiguo de humanos encontrado en el mundo. Una de las principales dificultades estriba ahora en eliminar la contaminación por ADN moderno tanto del procedente del medio como del resultado de la manipulación del fósil.

Con estos nuevos hallazgos, el yacimiento de la Sierra de Atapuerca ha ampliado de nuevo las especialidades científicas interesadas por las excavaciones que, lejos de estar concluidas después de medio siglo de actividad, aún se encuentran a pleno rendimiento. El visitante puede conocer el resultado de todos estos años de investigación en el Museo de la Evolución Humana de Burgos, que muestra tanto los fósiles originales más destacados del Homo Heidelbergensis como restos fósiles de los osos de la Sima, como el ursus deningeri.