Cuenta atrás para echar a Berlusconi de su escaño
El Senado italiano empieza a debatir la expulsión del magnate tras su condena, con una mayoría en su contra, y amenaza el Gobierno
ROMA. Actualizado: GuardarEl mecanismo para echar a Silvio Berlusconi del Parlamento comenzó a girar ayer, tras un verano de espesas cábalas en la política italiana sobre lo que pasará luego. Pero están como hace mes y medio, cuando el magnate fue condenado a cuatro años de cárcel por evasión fiscal y, según una reciente ley contra la corrupción, debería dejar su escaño en el Senado. Le acabarán expulsando, porque los números están en su contra, y casi seguro caerá el Gobierno de Enrico Letta, del Partido Demócrata (PD), que malvive en coalición con Berlusconi y se ve obligado por vergüenza torera a votar contra su enemigo histórico. Así que en algún momento habrá elecciones anticipadas. Y este es el horizonte con el que se trabaja. Es la misma incertidumbre que domina Italia desde que cayó el Gobierno de Monti en diciembre de 2012, por puñalada de Berlusconi, y las elecciones de febrero no dieron un ganador claro.
Ayer se reunió la comisión del Senado que debe votar en primer lugar la retirada del escaño de 'Il Cavaliere', y en la que PD y M5S son clara mayoría, 14 contra 9. Fue una bizantina jornada a golpe de matices del reglamento en la que Berlusconi intentó ganar tiempo y sus rivales acelerar los trámites. A última hora de ayer parecía que la decisión será hoy. Da igual, si no, será en breve. Al margen de los detalles, más o menos dentro de un mes el pleno de la cámara votaría por fin la expulsión del líder del centroderecha italiano. Si es que para entonces no se ha disuelto con una convocatoria de elecciones. Letta trabaja para evitarlo buscando una mayoría alternativa aunque sea raspada. Con el inicio del curso se avecina otra temporada de intenso culebrón italiano. Incluida la surrealista insistencia del entorno de Berlusconi en que el presidente de la República le conceda una gracia.
Denuncia en Estrasburgo
'Il Cavaliere' ha llegado a presentar una denuncia contra Italia ante el Tribunal de Estrasburgo por considerar que se violan sus derechos. Una de las propuestas de su partido es parar todo y esperar a que se pronuncie, dentro de un año y medio o así. Su tesis es que la ley anticorrupción aprobada en diciembre, que prohíbe el escaño a los condenados a más de dos años por algunos delitos, no puede tener efecto retroactivo. Solo impediría ser candidato a Berlusconi en unas próximas elecciones. Lo gracioso es que en realidad su partido ensalzó aquella ley tras recortarla de todo lo que consideraba peligroso, pero se les pasó ese detalle.
En todo caso Berlusconi ya se prepara para una próxima campaña, aunque sea de líder que no puede pisar el Parlamento. Sigue su esquema tradicional: responder a una condena en los tribunales con una absolución del pueblo. En este caso le serviría como victoria moral, aunque si le sale mal será su fin. En las últimas elecciones perdió ocho millones de votos, pero ha sobrevivido y con este hombre nunca se sabe. Se habla de que esta semana lanzará con uno de sus vídeos la nueva Forza Italia, otro cambio de etiqueta de su formación.