ANDALUCÍA

Díaz avanza que elegirá un gobierno «resolutivo»

La presidenta, la primera en jurar el cargo, promete gobernar con «las ventanas abiertas» y «reconocer los errores» que cometa

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Susana Díaz comenzará a llamar esta tarde a las personas que compondrá su gobierno y mañana dará a conocer los nombres. La nueva presidenta de la Junta andaluza, que ayer juró el cargo en el Parlamento en medio de una gran expectación y la presencia de sus cuatro antecesores, José Luis Rodríguez Zapatero y el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, solo avanzó que el perfil que baraja para los nuevos miembros de su gabinete es el de personas de carácter «resolutivo». «Debe ser un gobierno capaz y cercano a la gente, que esté a la altura de lo que Andalucía necesita y que sea, sobre todo, resolutivo», manifestó a Canal Sur y la cadena Ser, los únicos medios a los que accedió a hacer declaraciones tras la toma de posesión.

También confirmó que será paritario como lo han sido todos los ejecutivos andaluces desde 2004. No aclaró nada más. La presidenta pretende mantener el secreto de los nombres hasta el lunes. Nadie del actual Gobierno sabe si seguirá o no, salvo los tres consejeros de Izquierda Unida. En el concurrido acto de su toma de posesión el comentario más frecuente entre dirigentes socialistas, consejeros y actuales cargos de confianza del Gobierno andaluz era el absoluto hermetismo de Díaz sobre sus intenciones.

Quinielas

«Los que hacéis quinielas os podéis llevar una sorpresa», dijo un dirigente cercano a la presidenta. Hasta ahora las cábalas más insistentes señalan la salida de Carmen García Aguayo y Antonio Ávila, la permanencia de Emilio de Llera y la entrada de Micaela Navarro. «Ni espero llamada ni espero no llamada», contestó a los periodistas la diputada de Jaén y exconsejera de Bienestar Social durante muchos años.

Susana Díaz, vestida de blanco, como el día de junio que Griñán anunció en el debate del estado de la Comunidad que no sería candidato y abría la puerta a la sucesión, reiteró su compromiso de trabajar para recuperar la confianza de los ciudadanos en los políticos. «Lo que más deseo es recuperar el prestigio de la política», afirmó en su primer discurso como presidenta andaluza.

Aludía con ello, y sin mencionar esta vez la palabra corrupción, a su gran promesa de batallar contra la misma lanzado en su discurso de investidura. El de ayer fue una exposición más cargada de emotividad, sentimientos personales y buenos propósitos. Dijo que se va a «dejar la piel» para ayudar el tejido productivo andaluz y para mantener «las conquistas sociales». «Quiero gobernar con las ventanas abiertas para oír lo que dice la calle», afirmó para apelar a la humildad.

«Quiero escuchar a todos, incluso a mis adversarios políticos», dijo frente a Juan Ignacio Zoido, que acudió al acto como alcalde de Sevilla y no como líder del PP andaluz. «Prometo reconocer mis errores cuando los cometa», sentenció la nueva presidenta.

Díaz señaló a Montoro que Andalucía sabrá jugar su papel de lealtad institucional en el marco estatal, pero sin dejar de defender sus derechos. El ministro de Hacienda, que intervino en el acto de la toma de posesión, ofreció su colaboración «directa» a la nueva presidenta en la lucha conjunta contra la crisis.

Montoro tuvo palabras de elogio al presidente saliente, José Antonio Griñán, que sorprendió al auditorio. Agradeció a Griñán su colaboración «intensa, fluida y leal en todo momento, con independencia, como es normal en un estado de las autonomías, de que haya habido diferencias». Las relaciones del ministro con el Gobierno de Griñán, especialmente con Martínez Aguayo, han sido fluidas en el último año tras unos meses terribles de enfrentamientos en víspera de las elecciones autonómicas de 2012.

Fibra sensible

Lo más llamativo del acto fue el extenso capítulo de agradecimientos en clave personal de la nueva mandataria. Nunca antes un presidente había tocado la fibra sensible de su auditorio de la forma que Díaz logró hacerlo. Tras mencionar a sus padres, hermanas y marido, tuvo un recuerdo para su compañero Marcos Agüera, alcalde de La Algaba (Sevilla) que murió de cáncer en 2011 y que fue compañero suyo en las Juventudes Socialistas. La mención recibió un sonoro aplauso de la concurrida sala, más de medio millar de personas.

Previamente había reivindicado ser la «orgullosa heredera» de la lucha por la igualdad de José Luis Rodríguez Zapatero. «El tiempo reconocerá su lucha por la igualdad», afirmó como forma de agradecer la presencia del expresidente del Gobierno en el acto. También estaba invitado Felipe González, pero no acudió porque está de viaje en Colombia.

Como ya había advertido este periódico, Susana Díaz juró el cargo ante la Constitución y el Estatuto de Autonomía. Es el primer presidente de la Junta en hacerlo, ya que los anteriores utilizaron la palabra «prometo». La fórmula del juramento implica un reconocimiento explícito del cargo público de su confesión religiosa como católica. Díaz nunca ha ocultado que es creyente. Tampoco que en su juventud trabajó de catequista en su parroquia del barrio de León de Triana, donde aún vive.

También es la primera vez que asisten a una toma de posesión todos los expresidentes de la Junta de Andalucía: Rafael Escuredo, José Rodríguez de la Borbolla, Manuel Chaves y José Antonio Griñán. Con ellos se fotografió Díaz ante el monumento a Blas Infante. Una entrega floral al padre de la patria andaluza fue su primer acto como presidenta. Con ello corregía su olvido de Blas Infante en el discurso de investidura.

Al acto también acudieron una nutrida representación del PSOE nacional, con Alfredo Pérez Rubalcaba, Óscar López y Gaspar Zarrías a la cabeza. Por parte del PP acudieron la vicepresidenta de la Mesa del Parlamento, Esperanza Oña, y la secretaria de la misma, Patricia Pozo. Por IU estaban el portavoz, José Antonio Castro, el coordinador, Antonio Maíllo, y los tres consejeros.