Recompensa por capturar a yihadistas
El régimen sirio pone precio a la cabeza de los combatientes extranjeros de la oposición armada: 3.000 euros cada uno
BEIRUT. Actualizado: GuardarDespués de 29 meses de conflicto el régimen sirio ofrece por primera vez recompensas a cambio de obtener información o capturar a «terroristas extranjeros» de los grupos armados de la oposición. Las cantidades, hechas públicas por la agencia oficial Sana, son de 200.000 libras (1.000 euros al cambio) en caso de aportar detalles que ayuden a localizar a uno de ellos y 500.000 (unos 3.000 euros al cambio) para quien logre capturar a un combatiente extranjero y lo entregue a las autoridades. El Frente Al-Nusra y el Estado Islámico de Irak y el Levante, vinculados a Al-Qaida, tienen fuerte presencia entre los grupos armados de la oposición y han abierto las puertas a la llegada de combatientes de todo el mundo para lo que consideran una 'yihad' (guerra santa). Miembros de estos grupos, unidos a brigadas del Ejército Sirio Libre (ESL) participaron en la operación contra la aldea cristiana de Malula, situada unos 50 kilómetros al norte de Damasco, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos. Tras 48 horas de combates y después de haber logrado controlar uno de los accesos, los rebeldes se retiraron, informó el Consejo Nacional de la oposición, «sin haber causado daño a ninguna iglesia o convento».
La mayoría de civiles huyó tras el inicio de los choques, pero algunos como Samia Elias se quedaron y, como confirmó a la agencia Reuters, «no parece que hayan tocado casas o iglesias». También permanecieron en Malula las monjas del convento de Santa Tecla y los niños de su orfanato. Una de las hermanas habló el jueves con la agencia AP y explicó que la gente había buscado refugio en el convento y en las cuevas de la montaña en cuya ladera descansa la aldea. La coalición opositora emitió un comunicado para aclarar que «nuestro objetivo es proteger a todos los sirios sin importar su religión, raza, confesión o tendencia política, y velar por la conservación del patrimonio histórico del país por todos los medios posibles».
Ataques a cristianos
La incursión en un lugar tan simbólico, el único donde se conserva el arameo, la lengua de Jesús, vuelve a encender las alarmas sobre la situación de esta minoría. Los cristianos en Siria (ortodoxos, siríacos, maronitas, católicos de rito armenio.) representan el 10% de la población y desde el comienzo de la crisis la jerarquía ha intentado mantenerse neutral en un conflicto que les ha golpeado de forma directa, en forma de coches bomba contra sus comunidades, el asesinato de al menos tres sacerdotes y el secuestro de figuras importantes como el obispo metropolitano de Alepo y Alejandría, Bulos Yaziji, y el siriaco ortodoxo de Alepo, Yuhanna Ibrahim, retenidos por «mercenarios chechenos que operan bajo el manto de los terroristas del Frente Al-Nusra», según el Ministerio de Asuntos Religiosos, desde abril.
La falta de seguridad y el miedo a la amenaza que representan los grupos fundamentalistas han llevado a los cristianos, con permiso de las autoridades, a formar milicias que ahora se encargan de la protección de sus barrios en la capital y periferia y de aldeas como Malula o Sednaya.
El ejemplo de Irak está muy fresco en las mentes de los cristianos que han visto cómo en el país vecino apenas quedan 400.000 del más de millón y medio de fieles que había hasta la caída de Sadam Husein en 2003.