Un cliente prueba un automóvil en un concesionario de Castilla y León. :: G. VILLAMIL
Economia

Competencia pone en su punto de mira al sector del automóvil español

Abre expediente sancionador contra distribuidores y concesionarios por fijar, presuntamente, precios y condiciones comerciales

MADRID. Actualizado: Guardar
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La Comisión Nacional de la Competencia (CNC) ha puesto en su punto de mira a las redes comerciales de buena parte de las firmas automovilísticas que operan en España. El órgano supervisor investiga a marcas, asociaciones de concesionarios y a un buen número de puntos de venta por presuntas prácticas contrarias a la competencia que constituirían una infracción «muy grave», y que podrían suponer una multa de hasta el 10% del volumen de negocios total de las entidades infractoras.

Según explicó en un comunicado, la CNC ha decidido incoar expedientes sancionadores contra Nissan, Renault, Toyota, Chrysler, General Motors, Fiat Group, Ford, Chevrolet, Hyundai, Honda, Kia Motors, Peugeot-Citroën, Volkswagen Audi España y Seat, así como a las consultoras Urban Science y Snap-On Solutions, «por posibles prácticas anticompetitivas consistentes en acuerdos para el intercambio de información comercialmente sensible y estratégica entre empresas fabricantes -aunque aquí en realidad se refiere a la actividad comercial de las marcas, no productora- y distribuidoras de vehículos de motor en España».

Dentro del ámbito estricto de la distribución las investigaciones afectan, por los mismos motivos, a las empresas consultoras ANT Servicalidad y Horwath Auditores España, que trabajan con las marcas implicadas. La CNC también apunta a las asociaciones de concesionarios de Volkswagen, Audi y Skoda, así como de Seat, y a 54 puntos de venta de Volkswagen, Audi y Seat. Nissan Iberia y siete de sus puntos de venta también se enfrentan a posibles sanciones, al igual que siete concesionarios de Nissan, seis de Land Rover, once de Toyota y otros tantos de Hyundai. Otro de los expedientes afecta a la asociación de concesionarios de Opel y a ocho de sus establecimientos de venta.

La investigación nace «a la vista de determinada información relacionada con posibles conductas anticompetitivas» en el mercado de la distribución de automóviles y después de llevarse a cabo diversas inspecciones -en los primeros días de junio y los últimos de julio- en las sedes de asociaciones de concesionarios de distintas marcas, así como en la patronal Faconauto. Las pesquisas aportaron a la Dirección de Investigación de la CNC «indicios racionales» de conductas prohibidas por la ley de Defensa de la Competencia. A partir de ahora se abre un periodo máximo de 18 meses para la instrucción de estos expedientes y para su resolución por parte de la CNC. El organismo -que en octubre desaparecerá para integrarse en el nuevo macrorregulador, la CNMC- recuerda que la incoación de los expedientes «no prejuzga el resultado final de las investigaciones».

Fuentes del sector sostienen que la supuesta fijación de precios y condiciones comerciales y de servicio podría afectar a los concesionarios y distribuidores de una misma enseña, mientras que el intercambio de «información sensible» se habría producido entre las distintas marcas implicadas.

Faconauto se defiende

Faconauto emitió un comunicado para defenderse de las acusaciones. La patronal de los concesionarios asegura que las investigaciones «confirmarán que el nivel de competencia en el sector es el más alto entre los sectores estratégicos de la economía española». «En la actualidad -recuerda- los consumidores y clientes disfrutan de descuentos y precios históricos en la compra de sus vehículos, con promociones medias que oscilan entre los 3.000 y 8.000 euros».

La asociación asegura que la competencia en la distribución «está asegurada al existir una fuerte concurrencia entre marcas y entre los concesionarios de una misma marca, lo que garantiza a los compradores los mejores precios».