Bruselas diseña un cortafuegos para los riesgos de la 'banca en la sombra'
Este modelo, integrado por fondos que eluden el control de las entidades tradicionales, maneja 51 billones, el 30% del sistema financiero
BRUSELAS. Actualizado: GuardarLa Comisión Europea se ha conjurado para no tropezar dos veces en la misma piedra, la misma que arrastró al Viejo Continente a la peor crisis económica y financiera del último siglo. «Prefiero prevenir a tener que volver a actuar», aseguró hace un año el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier. Dicho y hecho. Ayer, a solo un día del inicio del G-20 en San Petersburgo y con la ratificación por parte de Eurostat de que la UE ha salido de la recesión tras 18 meses de penurias, Barnier presentó la hoja de ruta de la Comisión para diseñar un cortafuegos en torno a la llamada 'banca en la sombra', un sistema paralelo al modelo bancario tradicional que no está sujeto a una estrecha regulación y que en 2011 alcanzó un tamaño de 51 billones -17 de ellos en la Eurozona-, el doble que hace una década.
«Hemos regulado los mercados y los bancos de forma exhaustiva. Ahora, tenemos que abordar los riesgos que genera la 'banca en la sombra'», recalcó Barnier en la presentación de una comunicación respaldada por el colegio de comisarios y que ahora debe recibir el plácet de los estados miembros y el Parlamento, en un proceso que podría demorarse dos o tres años. «No queremos poner a nadie en la picota, solo establecer unas reglas de juego más estrictas para evitar nuevos riesgos sistémicos ante posibles turbulencias», apostilló.
Dentro del paraguas de la banca paralela se encuentra un variopinto ramillete de productos financieros en el que destacan los grandes fondos de inversión o 'hedge funds', erigidos en 2007 en epicentro de la actual crisis con el efecto dominó provocado por la quiebra de Lehman Brothers. Pese a todo, el comisario francés evitó generalizar y resaltó las bondades de un modelo de financiación muy discutido por distintos expertos y que representa un 30% del sistema financiero mundial y la mitad del volumen total de activos.
Un colchón del 3%
Entre los productos sobre los que se ha puesto la lupa comunitaria destacan los fondos del mercado monetario (FMM), «una fuente importante de financiación» a corto plazo para las entidades financieras, las empresas y las administraciones. En Europa, representan el 22% del conjunto de préstamos y son, además, titulares del 38% de la deuda a corto plazo emitida por el sector bancario. Cada fondo de estas características podría alcanzar un volumen de 50.000 millones de euros, lo que ha llevado a Bruselas a ponerles un coto regulatorio sino igual, sí similar al que controla los 8.300 bancos tradicionales repartidos por Europa. «El riesgo sistémico de contagio en caso de producirse nuevas turbulencias es demasiado elevado», admitió.
Además de la mejora de los procesos de información y transparencia, la nueva legislación obliga a los FMM domiciliados o vendidos en Europa a provisionar un 3% del total de sus activos. Además, deberán poseer al menos el 10% de su cartera de activos que venzan en un día y otro 20% en activos que lo hagan en una semana. La normativa también limita la exposición de un mismo emisor al 5% de la cartera del fondo.