MUNDO

Una falsa alarma pone en guardia a Rusia

Unos misiles israelíes disparados durante unas maniobras estuvieron a punto de recibir respuesta del Kremlin

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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El lanzamiento de dos misiles balísticos en dirección a Siria desde un navío en mitad del Mediterráneo originó ayer una comunicación de urgencia entre el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigu, y el presidente Vladímir Putin. El servicio de prensa del ministerio informó después de que se habían detectado los disparos desde el centro de radar de Armavir, en la región sureña de Krasnodar, costera con el Mar Negro, que se produjeron, según las fuentes castrenses rusas, a las 10.16 hora local. El viceministro de Defensa ruso, Anatoli Antónov, afirmó que todo el dispositivo antiaéreo de Rusia «fue puesto en situación de máxima alerta». Según sus palabras, «podía haber explotado toda la región».

Más tarde, el ministerio de Defensa israelí reconocía que había sido un ensayo efectuado durante unas maniobras navales conjuntas con Estados Unidos y que los cohetes cayeron al mar sin mayores consecuencias. Pero, hasta que tal información apareció, cundió la alarma y no solamente en Rusia y en Siria. Las bolsas mundiales empezaron a experimentar descensos mientras las redacciones de periódicos, televisiones y agencias de todo el mundo se convertían en un hervidero. Al principio, salvo Rusia, nadie decía saber nada. Israel negó en un primer momento tener relación alguna con los cohetes. Pero en una situación de incertidumbre prebélica como la actual es habitual que se desboquen la tensión, las especulaciones y la inquietud general.

Una fuente del Ministerio de Defensa de Israel terminó admitiendo en declaraciones a la agencia rusa Ria-Nóvosti que lo sucedido fueron «dos lanzamientos efectuados en el marco de unas maniobras conjuntas con Estados Unidos. Los misiles fueron disparados desde el mar Mediterráneo y fueron seguidos con éxito el sistema de radares de Israel». «Se trata de cohetes del tipo Ancor, que se utilizan como blancos para comprobar la capacidad del sistema de defensa antimisiles», precisó el interlocutor de Ria-Nóvosti.

Expertos rusos creen que el seguimiento pudo hacerse desde Israel, pero están convencidos de que fueron disparados desde barcos estadounidenses, algo que la Marina norteamericana niega. Mijaíl Barshevski, un representante del Gobierno ruso, declaró ayer a la emisora Eco de Moscú que Washington o Tel Aviv «podían haber avisado y evitado tanta tensión». De acuerdo con su relato, «Shoigu tuvo que salir corriendo para avisar a Putin y existió el peligro de una respuesta de Rusia. También deberían haber informado a la OTAN, en donde tampoco sabían nada».