Riesgos de ser actor

Ver una película sirve para soñar e imaginarse que cualquiera es capaz de saltar desde una azotea a otra sin hacerse ningún rasguño, que si vas a parar a una isla desierta hay recursos suficientes para sobrevivir y hacerse amigo de un balón de nombre Wilson, o que es posible escapar de una explosión en el último minuto. Para que eso sea viable, los actores han de prepararse durante muchos meses para que su actuación sea creíble. Sin embargo, estas acciones de riesgo ponen en peligro la vida del actor. El último caso es el de Jason Statham.

El británico está rodando en Bulgaria la tercera parte de 'Los mercenarios' y una escena de la cinta transcurre en un lago artificial. El especialista estaba dispuesto a hacer su trabajo cuando Statham decidió hacerlo él. Tenía que lanzarse desde una cascada. Statham realizó el salto sin problemas, pero no salió a la superficie. Miembros del equipo se lanzaron al agua y sacaron a un semiinconsciente Statham, que fue ingresado en un hospital de Sofía. Después de unas horas en observación, fue dado de alta.

El caso de Statham no es el único, ni será el último. En las entregas de Batman, Christian Bale fue el encargado de realizar las peleas con los villanos que querían destruir Gotham. Así mismo, en 'Rescate al amanecer' se colgó de un helicóptero. Para el rodaje de 'El señor de los anillos', Viggo Mortensen se preparó a fondo. Tal fue su entrega que en una escena de esgrima perdió un diente. Pero su escena más peligrosa tuvo lugar en 'Océanos de fuego', donde galopaba a velocidades de vértigo. Gracias a su experiencia como jinete no se hizo ni un solo rasguño.

Matt Damon, en la trilogía de Jason Bourne se entregó en cuerpo y alma en todas las escenas. A pesar de tener pánico a ahogarse, grabó todas las escenas bajo el agua. Daniel Craig en 'James Bond' o Tom Cruise en 'Misión imposible' son otros de los actores que optan por conducir coches a toda velocidad, saltar de un tercer piso a un autobús en marcha o escalar sin ayuda una pared de piedra. No obstante, no todos los actores que se arriesgan consiguen salir ilesos. Brandon Lee, hijo de Bruce Lee, perdió la vida en la película 'El Cuervo'. Él mismo realizó las peleas y escenas de riesgo, pero la fatalidad quiso que en una escena en la que el riesgo era mínimo perdiera la vida. Una bala de fogueo fuego fue sustituida por una real.

A pesar de las mejoras de seguridad de los últimos años, todavía hay cientos de expertos que se juegan la vida en cada paso que dan. Jack Gill lleva desde mediados de los 70 haciendo todas las locuras junto a algunos de los más grandes nombres de la industria. Y cada año, desde 1991, Gill ha propuesto al Consejo de la Academia la introducción de una nueva categoría de Coordinador de Dobles.