Edificio abandonado en la calle San Diego, lleno de basura. | C. R.
Chiclana

La inquietud que se hace vecina

En la calle San Diego ya se ha solicitado que se tapien dos y Participación Ciudadana emplaza a los vencinos a denunciar Las viviendas abandonadas son nido de insalubridad y un atractivo para okupas

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La cantidad de viviendas vacías en la ciudad se está convirtiendo en una lacra para aquellos vecinos que continúan habitando las suyas. Muchos de ellos sufren el vandalismo o problemas de insalubridad en la puerta de al lado, lo que les complica su día a día.

Las viviendas deshabitadas, y en Chiclana hay cerca de 4.600, son un atractivo para personas que se ven en la necesidad de ocuparlas porque se han quedado sin techo, y otras que lo hacen para robar lo que encuentren. También se da el caso de muchas otras en las que entran grupos de jóvenes para montar fiestas y botellones.

Por otra parte, en las que no hay presencia humana, se hacen dueños de ellas animales e insectos que generan una situación de insalubridad imposible de soportar para los vecinos más cercanos.

La mayoría de estas casas son propiedad de bancos, algunas son de familias que han sido desahuciadas, y otras han sido embargadas a promotoras que las ejecutaron y nunca llegaron a venderse. Da igual la zona, existen inmuebles de este tipo tanto en el centro, como en la playa y en el extrarradio.

El caso de la calle San Diego

Es lo que ha ocurrido en la calle San Diego, en la zona de El Calvario. Los vecinos llevaban varios años con un problema de este tipo que se había generado en una de las viviendas vacías que allí existen y que actualmente son propiedad de algunos bancos.

«Ahora nuestra vida ha cambiado, podemos dormir tranquilos toda la noche y hasta podemos salir por las noches a charlar al fresco», explicó uno de los vecinos más perjudicados por la ocupación de una vivienda por un grupo de jóvenes que la utilizaban «como un local social, pero sin miramientos por los que vivimos al lado, cuando no eran las fiestas, eran las peleas». Aunque llevaban dos años buscando solución, a través de llamadas a la Policía Local y la Guardia Civil, no llegó hasta que hace menos de un mes consiguieran que la casa en cuestión quedase tapiada.

En esa búsqueda «desesperada» por encontrar una salida al asunto, una representación de la zona decidió tratar el tema con el delegado municipal de Participación Ciudadana, que guió a los vecinos en el proceso para realizar la correspondiente denuncia en el Área de Urbanismo. «En menos de dos semanas estaba solucionado, mano de santo», aseguraron.

Ante lo satisfechos que han quedado los residentes de la zona con la acción, ya han emprendido otra denuncia acerca de un edificio que quedó abandonado justo al finalizar las obras. En este caso, «fue saqueado y ahora se ha convertido en un vertedero de basura». La cantidad de residuos puede observarse desde la calle.

Estas personas conocen de primera mano la situación que se crea con el abandono de viviendas vacías y por ello han empezado a moverse para trasladar a otros vecinos de la zona la solución que es posible encontrar al tema.

Difundir soluciones

Del mismo modo, el responsable municipal de Participación Ciudadana, Juan Carmona, hizo un llamamiento a los ciudadanos que se vean en esta tesitura «para darles una guía de los pasos que pueden llevar a cabo para solucionarlo». En casos como el anterior, los vecinos denuncian a Urbanismo la situación y este área la traslada al propietario del inmueble, a partir de ahí se le requiere que ponga solución. «Si hay casos urgentes o en los que el propietario no responde, actuaría el Ayuntamiento por la protección del ciudadano y después se pasarían los costes de la obra a la persona o entidad dueña de la casa».

En este sentido, Carmona se mostró satisfecho por la actuación, que calificó de un trabajo «muy enriquecedor» para el área que dirige porque «se trata de darles calidad de vida y una convivencia pacífica a los vecinos».

Al igual que el mencionado caso de esta calle de la zona de El Calvario, el edil popular señaló que se trata de una situación que casi se ha convertido en una «lacra» porque afecta a muchos ciudadanos debido a la cantidad de viviendas vacías existentes en Chiclana. Insistió en la necesidad de ponerle fin a estas situaciones, para lo que ofreció el trabajo de la Delegación de Participación Ciudadana.