PSOE e IU acusan a los populares de trabar la investigación del caso

El secretario de organización del PSOE, Óscar López, consideró que el borrado de los portátiles de Luis Bárcenas que permanecían en la sede del PP como una muestra de la «transparencia» que caracteriza a los populares. Para el PP, dijo, transparencia es «impedir comparecencias en el Congreso, comprar silencios de las personas implicadas y destruir los discos duros de los ordenadores».

El número tres de los socialistas calificó de «insostenible» la situación en el PP y aseguró que su partido mantendrá la exigencia de «dimisión de Rajoy», quien, según López, con cada información que trasciende en torno a la presunta contabilidad B se sitúa más cerca del «epicentro del escándalo».

Más dura fue la reacción de IU y su diputado Alberto Garzón tildó de «absolutamente intolerable» lo que considera «una destrucción de pruebas» en pleno proceso judicial. Una maniobra «típica de la mafia», añadió el parlamentario.

Su compañero de grupo parlamentario Ricardo Sixto lamentó que el PP ponga «todas las trabas que puede» a la investigación judicial sobre las actividades de su extesorero, lo que refleja que los populares no tienen interés en aclarar «quién es culpable y quién no» de la financiación irregular.

Izquierda Unida llevará el borrado de los ordenadores al Congreso y hará una pregunta al Gobierno para que explique su postura sobre este «escándalo», según anunció su portavoz en la cámara, José Luis Centella.

Jueces para la Democracia advirtió de que la actuación del PP con los ordenadores genera «muchas dudas» que «tendrían que ser aclaradas» para determinar si pudó existir un delito de «encubrimiento y destrucción de pruebas».