El PP destruyó la memoria de los ordenadores de Bárcenas y le acusa de llevarse información
Eliminaron los discos duros en abril, tras archivarse la denuncia por robo del extesorero y en cumplimiento de la Ley de Protección de Datos
Actualizado: GuardarEl PP destruyó en abril pasado los discos duros de los dos ordenadores que Luis Bárcenas tenía asignados en la sede de Génova 13 cuando ya no era tesorero del partido. Los equipos informáticos se encontraban en su despacho, una concesión que figuraba en el finiquito que acordó en marzo de 2010 con la cúpula popular y que expiró en diciembre de 2012. La defensa del PP aseguró que la decisión se tomó después de conocer el archivo de la denuncia presentada por Bárcenas por la supuesta sustracción de los ordenadores y en cumplimiento de la Ley de Protección de Datos.
Aunque no trascendió hasta ayer, el abogado del PP Alberto Durán Ruiz de Huidobro presentó el 19 de agosto un escrito en el juzgado de la Audiencia Nacional que investiga la supuesta financiación irregular del partido. El papel acompañaba a los dos ordenadores que el instructor Pablo Ruz había requerido a los populares por ser una diligencia «necesaria». Primero porque el propio Bárcenas aseguró en sede judicial que en esos equipos había pruebas de la contabilidad B; segundo porque la secretaria general, María Dolores de Cospedal, confirmó al juez que los dispositivos continuaban en la sede del partido.
Con estos precedentes, la expectación sobre la rutinaria diligencia del volcado de información era máxima. Pero mientras los peritos procedían ayer al clonado, se conoció el escrito del PP en el que se daban todas las respuestas, aunque también algún interrogante.
El abogado explicó que el partido tiene un protocolo habitual «por el que se destruyen los sistemas de almacenamiento informático en caso de equipos que hayan sido utilizados por personas que hubieran podido manejar información sensible», en referencia a Bárcenas. Y añadió que para el resto de los casos se formatea el disco duro para que otro usuario pueda utilizarlo. Precisamente, la defensa acompañó su escrito con una 'guía sobre almacenamiento y borrado seguro de información', regulada por la Ley de Protección de Datos.
En el caso del extesorero, el letrado del PP detalló que tuvo asignado el uso de varios ordenados pero no había «ostentado» la propiedad de ningún equipo, como certificó el juzgado de Madrid que archivó su denuncia por robo. En total, añadió, se le entregaron dos portátiles.
Por lo que se refiere al equipo Apple, el letrado especificó que el disco duro fue sustituido por Bárcenas en octubre de 2012, «según dijo al juez Ruz y se ha filtrado a la prensa». Por este motivo, concluye, el PP no ha tenido a su disposición la citada memoria original, sino el nuevo disco que el imputado instaló en octubre y que ha sido destruido de acuerdo a lo indicado con anterioridad.
¿Dónde está el disco?
Es ese punto surgen varios interrogantes. ¿Quién tiene ese disco primitivo? ¿Está en manos de Bárcenas? ¿Contiene la supuesta contabilidad secreta? A estas cuestiones tendrían que responder Ruz y el fiscal Antonio Romeral, según las acusaciones populares que asistieron al clonado de los ordenadores.
Para ello, señalan, ya hay una vía abierta. Se trata del 'pen drive' (memoria electrónica) que Bárcenas entregó en el juzgado con la supuesta contabilidad B y cuya información podría proceder del disco duro retirado en octubre, tres meses antes de que estallara el caso de la fortuna suiza y los 'papeles secretos'.
En cuanto al ordenador Toshiba, el PP admitió que destruyó su memoria y añadió que dada su antigüedad carecía de puerto de entrada USB por lo que Bárcenas no pudo extraer información de ahí. Así, en la diligencia del volcado solo se pudo clonar del disco del Apple. En total, 467 gigas. Pero según se desprende del escrito del PP, los datos pertenecerían al trabajador del partido que utilizó el equipo desde abril, no a Bárcenas.
El vicesecretario de Organización del PP, Carlos Floriano, mantuvo ayer la tesis del abogado del partido y aseguró «que después de que el tribunal dijera que los ordenadores eran del PP, y no de alguien en particular, se actuó como se actúa con todo» cumpliendo con el protocolo interno amparado por la Ley de Protección de Datos.
El defensor de Bárcenas, Javier Gómez de Liaño, calificó de «sorpresa» el vaciamiento de los discos aunque no quiso poner el dedo acusador en el PP. Más cauto se mostró sobre el destino de la memoria extraída, «cuya procedencia no se conoce muy bien», aseguró.