Algunos de los afectados por la estafa muestran las denuncias que han presentado ante la Guardia Civil. :: L. V.
Ciudadanos

«Se han aprovechado de nuestra necesidad de encontrar trabajo y nos han estafado»

Los 19 jornaleros de Bornos, que pagaron 55 euros cada uno para trabajar en Bélgica, piden que se persiga a quién «nos ha engañado sin escrúpulos»

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Un dinero que podía servir para comer y una ilusión que se esfuma. Los 19 trabajadores jornaleros que han denunciado una presunta estafa daban ayer a conocer los pormenores de lo sucedido y solicitaban que «se proceda a detener a quien nos ha engañado». En sus caras se podía apreciar la rabia de quien se siente engañado pero, sobre todo, la desilusión que sufren quienes esperaba que su suerte laboral estaba cambiando.

Miguel Jiménez, quien se ha convertido en el portavoz de la desesperación que sufren, recordó como uno de ellos se puso en contacto en agosto con una supuesta empresa de Castellón que prometía trabajo en Bélgica para unas 15 o 20 personas, en las campañas agrícolas de las hortalizas. Encontraron condiciones laborales atractivas y una buena predisposición por parte del supuesto empresario por lo que «nos hizo confiar en que se trataba de una oferta laboral seria».

En concreto, iban a cobras unos 12,50 euros la hora, 100 euros de dieta al mes y además tenían incluido el alojamiento en Bélgica y el desplazamiento desde España. El resto de dietas serían costeadas por los trabajadores y la duración del contrato laboral era de 6 meses. No obstante, le plantearon que deberían de pagar unos 55 euros para costear, anticipadamente, los gastos de traducción de los contratos. Por lo que procedieron a ingresar los 1045 euros que correspondían a todos los trabajadores el 5 de agosto.

El supuesto contratante acordó una cita previa el día 14 de agosto para dar a conocer el resto de detalles y efectuar la firma definitiva de contratos. Ese fue el momento en el que los jornaleros bornenses comenzaron a duda porque «no se presentó y se excusó asegurando que se retrasaba el inicio de la campaña porque la hortaliza no estaba en condiciones de ser recolectada». No obstante, las sospechas no se materializaron hasta el 20 de agosto, cuando la documentación enviada fue devuelta por la inexistencia del destinatario. Ese mismo día, «dejó de responder el teléfono y el mismo aparecía como no disponible», aseguran. El día 22 de agosto se fijó para la cita, ante la anulación de la del día 14, pero el empresario nunca apareció.

Dignidad

Los trabajadores quisieron expresar ayer su más profundo malestar ante esta situación, ya que «se ha jugado con nuestra dignidad, además de, aprovecharse de la situación dramática en la que muchos de nosotros estamos para lucrarse de una manera a todas luces ilícita», apunta Jiménez. Destacando que «muchos de nosotros hemos tenido que recurrir a préstamos de familiares y amigos para hacer frente al pago de los 55 euros y de los costes que genera un viaje de tales características».

Los trabajadores aseguran tener constancia de que se han producido estafas similares en otros pueblos y consideran que prácticas de este tipo deben de ser perseguidas y penadas por la ley, por lo que «ya lo hemos puesto en conocimiento de la Guardia Civil para que proceda a la investigación y esclarecimiento de los hechos». Por lo que solicitan que las administraciones ayuden a perseguir este tipo de prácticas, que se difundan lo suficiente para evitar nuevos casos y que les devuelvan el dinero estafado.