ANDALUCÍA

Génova no aprieta para nombrar al candidato del PP en Andalucía

Floriano critica que Díaz llegue a la presidencia sin pasar por las urnas, pese a que Alberto Fabra e Ignacio González hicieron lo mismo

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Algunos dirigentes del PP en Andalucía llevan semanas alertando al partido de que puede resultar contraproducente para sus propias aspiraciones reclamar una y otra vez un adelanto electoral en Andalucía sin contar con un elemento esencial en toda contienda electoral, un candidato. Pese a estas llamadas de atención, privadas pero también públicas, la dirección nacional insiste en exigir que la socialista Susana Díaz no tome el relevo de José Antonio Griñán, que ayer oficializó su renuncia al frente de la Junta de Andalucía, sino que se convoquen elecciones anticipadas sin permitir que la legislatura concluya en 2016.

Si el PSOE, que en la actualidad gobierna en coalición con IU, atendiera la reclamación del PP y llamase a los andaluces a las urnas, los populares apenas tendrían tiempo para elegir a un cabeza de cartel y, sobre todo, para darlo a conocer a los casi ocho millones de andaluces con derecho a voto repartidos por ocho provincias en un territorio superior en extensión al de varios países de la Unión Europea.

Una ardua tarea que la dirección nacional del partido cree, sin embargo, factible, al menos así lo demuestran los actos de sus principales responsables. Carlos Floriano, vicesecretario de Organización del PP, aseguró en un acto en Cádiz que veía «oportuno» un anticipo electoral sin importar el hecho de que aún no hayan decidido «el momento» en el que los populares designen al hombre o a la mujer que se enfrente a Susana Díaz.

El argumento que esgrimió Floriano también puede levantar ampollas en otros territorios gobernados por su propia formación. El número tres del PP calificó de «farsa» el relevo de Griñán y criticó duramente el hecho de que la próxima presidenta andaluza vaya a ser alguien «que no se ha presentado como candidata a la Junta de Andalucía, sino que pertenece a un partido que gobierna a consecuencia de un dedazo».

Se da la circunstancia de que en la Comunidad de Madrid y la Comunidad Valenciana ni Ignacio González ni Alberto Fabra pasaron el examen de las urnas antes de presidir, sus respectivas comunidades autónomas. González y Fabra fueron designados por el PP para sustituir a Esperanza Aguirre y Francisco Camps, que fueron los que vencieron en las elecciones autonómicas de 2011.

Sin embargo, parece que los más escépticos con esta estrategia no tienen mucho que temer. Fuentes socialistas aseguran que la intención de Díaz es agotar la legislatura para aprovechar esta «oportunidad histórica» de tener una mujer al frente de esta comunidad autónoma

Cañete, «no»

Las prisas de los populares andaluces no son compartidas en la sede nacional. La tormenta que ha provocado el escándalo Bárcenas y la difícil defensa de los duros ajustes puestos en práctica por el Ejecutivo de Mariano Rajoy dejan poco margen a la cúpula popular para enfrentarse a problemas periféricos. Pero Andalucía ha demostrado que es un territorio clave tanto para lograr mantener la Moncloa como para asegurar el control del partido.

La primera opción para sustituir a Arenas fue la de Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla, que se ha autodescartado. En las últimas semanas han florecido nombres como los de José Luis Sanz, actual secretario general del PP-A, Carmen Crespo, delegada del Gobierno en Andalucía o, incluso Miguel Arias Cañete, aunque fuentes cercanas al ministro de Agricultura niegan rotundamente esta posibilidad.