El presidente de la Junta, a la puerta de su despacho. Detrás aparece Máximo Díaz Cano, secretario general de la Presidencia. :: GARCÍA CORDERO
ANDALUCÍA

Griñán reclamará el prestigio de la política en su último mensaje

El presidente termina de elaborar hoy su discurso ante el Consejo de Gobierno decisorio en el que mañana presentará su dimisión

SEVILLA. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

José Antonio Griñán comienza a recoger su despacho y pone fin a seis años como presidente de la Junta de Andalucía, que terminarán mañana martes, cuando presente su dimisión en el Consejo de Gobierno, convocado con carácter decisorio. A partir de entonces quedará en funciones, como todo su Gabinete, hasta que el día 7 de septiembre sea investida la nueva presidenta, Susana Díaz, tras la sesión parlamentaria que se celebrará los días 4 y 5. El lunes 9 se dará a conocer el nuevo Gobierno.

Culmina así en tiempo récord una «operación salida» presentada a finales de junio, primero como un anuncio de que no volvería a ser candidato a las elecciones andaluzas y que apenas un mes después confirmaba lo que se intuía: la dimisión de la Presidencia de la Junta, que había retenido, pese a perder las elecciones de marzo de 2012, gracias a un pacto con IU.

Griñán volvió el jueves a su despacho tras sus vacaciones en Galicia y dedicó el fin de semana a elaborar con su equipo su discurso de despedida del cargo.

En este texto, el político andaluz pondrá especial énfasis en defender la urgencia de que la política recupere su prestigio, como una necesidad no sólo para los partidos como para la propia democracia. Por este motivo, Griñán defiende que es preciso un cambio que debe ser protagonizado por otra generación más joven, encarnada por Susana Díaz, actual consejera de Presidencia, nacida en 1974. Hasta ahora, como él mismo hacía notar en la entrevista concedida ayer a este medio, los cuatro presidentes que ha tenido la Junta de Andalucía han nacido en la década de los 40.

José Antonio Griñán, nacido en Madrid en 1946, licenciado en Derecho por la Universidad de Sevilla e inspector de Trabajo por oposición, pone fin de este modo a una dedicación política continuada desde que en 1982 fue nombrado viceconsejero de Trabajo, aunque con anterioridad trabajó en asesorar al grupo socialista en Madrid, mientras preparaba sus oposiciones. De 1986 a 1987 fue viceconsejero de Salud y de ahí pasó a ser secretario general técnico del Ministerio de Trabajo, con Manuel Chaves. En 1992 fue ministro de Sanidad, de 1993 a 1996 titular de la cartera de Trabajo y de 1993 a 2004 diputado en el Congreso. Vuelve a Andalucía, al ser nombrado por Chaves consejero de Economía y en 2008 añade a este puesto la vicepresidencia segunda del Gobierno andaluz.

En 209 la marcha de Chaves, nombrado vicepresidente tercero de Gobierno por Zapatero, le dejó como presidente de la Junta de Andalucía, cargo al que agregó el de secretario general del PSOE-Andalucía, en medio de una gran agitación interna que le supuso la ruptura con su antecesor.

Ahora Griñán pasará a ser senador de designación por la comunidad autónoma, un puesto que obligaría a la jueza Alaya a elevar al Supremo una posible imputación contra él por el caso ERE.

Asimismo, deberá decidir cuánto tiempo permanece en el puesto o si convoca un nuevo congreso extraordinario para su relevo por Susana Díaz. Además, mantendrá la presidencia federal de su partido, desde la cual deberá abordar la compleja situación de sus siglas, que este otoño decidirá su futuro en una conferencia política.