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La UE mide las sancionesa El Cairo para mantener todos los canales abiertos

Acuerda suspenderlas exportaciones de material militar, pero avala la entrega de ayudas para respaldar a la población

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
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La UE acordó ayer restringir las exportaciones de armas a Egipto, pero eludió imponer un embargo para mantener canales abiertos con el Ejército. Los ministros de Exteriores de los Veintiocho, que interrumpieron sus vacaciones para desplazarse a Bruselas, apostaron por suspender la concesión de licencias para la venta de «cualquier tipo de equipamiento que pueda utilizarse en la represión interna». La fórmula utilizada en la declaración final del encuentro permite a cada país elegir el material a limitar y se aleja de una prohibición global. En el campo de la ayuda financiera, los socios tampoco quisieron apretar en exceso y mantendrán el respaldo a las ONG para evitar castigos a la población.

El pacto de los Veintiocho refleja la delicada situación del bloque. Con Estados Unidos descartado como posible mediador por su fuerte respaldo económico al Ejército egipcio, la UE ha emergido como una de las piezas principales para contener la violencia en el país. Ante esta situación, los titulares de Exteriores optaron por medidas de corto alcance que no cierren ninguna puerta con el Gobierno interino ni los Hermanos Musulmanes. Como prueba del papel que puede desempeñar la Unión, ayer se recordaba que la alta representante para la Política Exterior, Catherine Ashton, fue la primera mandataria en visitar a Mohamed Mursi tras su derrocamiento y posterior detención a primeros de julio.

Fondo de 5.000 millones

La restricción de las exportaciones militares no solo se aleja de la idea de un embargo, sino que ya la habían puesto en marcha los principales países de la UE. España suspendió la concesión de nuevas licencias tras la caída de Mursi y, según el Gobierno, revocará todas las que se encuentran en vigor a finales de este mes. En 2012, las empresas españolas vendieron a El Cairo material armamentístico valorado en 93 millones. Estas cifras resultan modestas en comparación con el elevado volumen de negocio de Alemania. «Es importante que no cerremos ningún canal de comunicación. Tenemos todo el interés en que Egipto no sea presa de una inestabilidad total», resumió el titular germano, Guido Westerwelle, en referencia a la necesidad de ser pragmáticos.

El medido paso en el ámbito militar también se repitió con las ayudas económicas. Pese a los llamamientos a cortar de raíz el envío de fondos, los socios insistieron en la necesidad de mantener el respaldo a la población. En la práctica, la decisión supone que el dinero sólo se canalizará a través de ONG porque el paquete de 5.000 millones aprobado el año pasado ya se encuentra paralizado. La inyección está sujeta a avances en el proceso democrático que no se han cumplido. En cuanto a créditos acordados con anterioridad a la 'primavera árabe', tampoco han llegado a las arcas de El Cairo por las mismas razones. En lo que va de ejercicio, la UE sólo ha entregado al país 16 millones de una ayuda global de 1.000 millones pactada para el periodo 2007-13.

La voluntad de la UE de mantener una posición más o menos neutral se aprecia a su vez en las consideraciones políticas de la declaración rubricada por los ministros. El texto califica de «desproporcionadas» las sangrientas operaciones llevadas a cabo por las fuerzas de seguridad para reprimir a los seguidores de los Hermanos Musulmanes. En relación a la posterior reacción islamista, la matanza de policías en el Sinaí se define como «acto terrorista» y se condenan los ataques a iglesias y sedes gubernamentales. «Los Veintiocho desean la rápida convocatoria de un diálogo nacional que incluya a todas las fuerzas políticas», concluye el documento.