El titular de Asuntos Exteriores británico, William Hague, pasa delante de García-Margallo antes de la reunión de ministros de la UE ayer en Bruselas. :: OLIVIER HOSLET / EFE
ESPAÑA

España mantendrá los estrictos controles hasta que recobre la «confianza» en Gibraltar

Margallo supedita la relajación de los chequeos al diálogo con Londres y la retirada del hormigón de la bahía de Algeciras

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, advirtió ayer de que los estrictos controles en la Verja se mantendrán activos hasta que se recupere la «confianza» en las autoridades gibraltareñas. El jefe de la diplomacia española recalcó que las buenas relaciones con el Peñón se quebraron con el lanzamiento de los bloques de hormigón en la bahía de Algeciras, una operación que criticó tanto por su impacto en los caladeros como en el medio ambiente. Pese a su llamamiento al diálogo con Londres en los últimos días, Margallo no pudo entrevistarse con su homólogo británico, William Hague, en el marco de la cumbre de titulares de Exteriores que se celebró en Bruselas por la crisis egipcia.

El responsable español acudió a la capital comunitaria convencido de que las tensiones con Reino Unido pueden reconducirse. Incluso, recordó que existe una «especial cordialidad» entre ambos países que se refleja en la extensa colaboración en misiones de paz en el exterior o en posturas comunes a la hora de abordar contenciosos internacionales. Tomando esta sintonía como referencia, Margallo insistió en la necesidad de apostar por el diálogo para acabar con las discrepancias sobre el Peñón. Según explicó, España está dispuesta a iniciar las conversaciones de inmediato bajo un formato que el Ejecutivo de David Cameron respaldó el año pasado. Esta fórmula contempla citas bilaterales Londres-Madrid o ampliadas a cuatro bandas con Gibraltar y la Junta de Andalucía.

Margallo dio a entender que el diálogo sería el primer paso para normalizar los contactos con el Peñón. «La relación de confianza con las autoridades gibraltareñas se ha roto», subrayó en referencia al lanzamiento de los bloques de hormigón. A su juicio, este episodio provocó una espiral de incomodidad en el seno del Gobierno que se tradujo en la imposición de los controles en la Verja. Los chequeos buscan prevenir problemas en otras áreas como el contrabando o el blanqueo de dinero. En cuanto a la posibilidad de aprobar una tasa para cruzar la frontera, dejó claro que cuenta con el respaldo legal suficiente pese a las dudas de Bruselas. Tras matizar que la medida está en fase de estudio, apuntó que la recaudación se destinaría a compensar a los pescadores de la zona.

El jefe de la diplomacia española enmarcó las decisiones adoptadas en el rebrote de las tensiones con Gibraltar, pero recordó que el Gobierno tiene todo el derecho a proteger la economía frente a posibles «daños» externos. En este contexto, hizo hincapié en que la colonia oculta un paraíso fiscal que sirve de plataforma a 26 casinos 'online' que generan miles de millones. Además, resaltó la dimensión ecológica al asegurar que 110.000 buques cruzan anualmente el Estrecho. Buena parte de ellos utilizan las gasolineras flotantes del Peñón, un negocio que amenaza una zona catalogada como de protección especial. Apoyado en este argumento de salvaguardar el medio marino, justificó la decisión de prohibir la entrada de camiones con arena para construir un espigón en la colonia.

«Motivaciones políticas»

Pese a las fricciones, Margallo abrió la puerta a una solución si Gibraltar realiza algún gesto como retirar la barrera submarina. Bajo ese supuesto, el ministro reconoció que el Gobierno podría «disminuir» el grado de control de la frontera que tantas colas genera. Consciente de que los exámenes adicionales resultan «muy gravosos» para el Ejecutivo de Mariano Rajoy, admitió que su desaparición sería «más que probable» siempre el Peñón «colabore». En las próximas semanas, está prevista la llegada de una misión de la UE que se ocupará de analizar las distintas aristas del pulso diplomático. Los expertos comunitarios vigilarán la Verja, pero también el blanqueo, el contrabando y el impacto de las piezas de hormigón.

Margallo tuvo ayer una buena oportunidad de acercar posturas con Reino Unido, pero no hubo oportunidad. El jefe de la diplomacia española asistió en Bruselas a una cita extraordinaria de los ministros europeos del ramo, entre ellos el británico Hague. Aunque pudieron saludarse brevemente, el diálogo no fue más allá de un intercambio de cortesía sin que se concretara ninguna cita. Antes de la reunión, el responsable del Foreign Office tachó de «desproporcionadas» las colas generadas por los controles y atribuyó las tensiones a «motivaciones políticas». «No se debe subestimar la determinación de la gente de Gibraltar», agregó Hague.