Alemania admite por primera vez que Grecia necesitará un tercer rescate

El ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schäuble, admitió ayer que Grecia necesitará un tercer rescate para poder mantener a flote sus cuentas públicas. En un acto de campaña al norte del país, el titular germano reconoció por primera vez que la Eurozona tendrá que aprobar nuevos fondos más allá de los 240.000 millones acordados hasta ahora. Aunque no existe ninguna cifra oficial, se especula con que Atenas requerirá al menos otros 11.000 millones. Angela Merkel eludió mostrarse tan explícita como su ministro, pero recordó que la moneda única se comprometió a evaluar la situación helena a finales del año próximo, momento en el que expira el segundo salvavidas pactado en 2012.

Schäuble se sinceró sobre la situación de Grecia durante un encuentro con 150 afiliados de la conservadora CDU. Alemania se encuentra en plena campaña de cara a los comicios generales del 22 de septiembre. Merkel parte como la gran favorita y todo hace pensar que su escudero económico repetirá en el cargo si los pronósticos se cumplen. «Tendrá que haber un nuevo programa de ayuda», subrayó el titular de Finanzas tras semanas de especulaciones. Según agregó, Atenas requiere «más medidas y asistencia» por el largo proceso de recuperación que tiene por delante. Los cálculos de la moneda única indican que el Gobierno heleno deberá apretarse el cinturón hasta 2020 para estabilizar su colosal deuda.

Hasta ahora, la postura oficial del Gobierno germano había sido rechazar cualquier tipo de elucubración mientras el segundo rescate esté en vigor. En una entrevista con un periódico local, Merkel se aferró a este principio y juzgó «razonable» aguardar acontecimientos hasta que el salvavidas culmine a finales del año próximo. La canciller, sin embargo, rechazó la posibilidad de una nueva quita en la deuda helena. Tras admitir que Atenas todavía «debe cambiar muchas cosas», también apuntó que se han producido «claros avances». Una de las cuestiones que más popularidad le ha granjeado a la líder conservadora es su rigurosa gestión de los salvavidas, todos ellos sujetos a duros sacrificios y reformas.

Las especulaciones sobre la necesidad de un tercer rescate se escuchan desde hace meses por la depresión que padece la economía griega. Hace apenas diez días, el Bundesbank también advirtió de que un nuevo paquete de asistencia resultaba inevitable.