Los ecologistas alertan del aumento de atropellos de linces
Denuncian la pasividad de la administración tras la muerte en una semana de dos de estos felinos en la misma vía y 18 en los últimos dos años
MADRID. Actualizado: GuardarEn apenas una semana dos linces han muerto atropellados entre el kilómetro 305 y 315 de la A-4, a la altura de la localidad andaluza de Andújar. A estos casos hay que sumar un tercer ejemplar que también pereció en la misma vía este año. Estos atropellos han provocado que los grupos ecologistas hayan dado la voz de alarma, ya que el número de felinos de esta especie protegida muertos en las carreteras se eleva a 10 en todo 2013 y a 18 en los últimos dos años.
Ante esta situación desde WWF denunciaron la pasividad de las administraciones para a la hora de tomar medidas para evitar estos atropellos. En lo que se refiere al punto negro de la A-4 los ecologistas tienen clara la solución. «No pedimos grandes inversiones. Somos conscientes de que hay crisis. Solo queremos que arreglen el vallado para evitar que los animales crucen el asfalto», explica Ramón Pérez de Ayala, responsable del programa Lince de WWF. Este experto recuerda que en Andalucía se constituyó un grupo de trabajo formado por Fomento, ADIF, WWF y las consejerías de Obras Públicas y Medio Ambiente para actuar y evitar estos casos. Sin embargo, Pérez de Ayala lamenta que solo se reunieron una vez sin que se llegara a aprobar ninguna medida. «Hay una falta de interés absoluto por parte de las autoridades para resolver este problema», asegura el responsable de WWF.
Los ecologistas recuerdan que por cada lince que fallece atropellado «se tiran por la borda muchos esfuerzos e inversiones públicas dedicadas a la conservación de esta especie amenazada». Estos trabajos han permitido incrementar la población de linces ibéricos hasta triplicarla y alcanzar los 310 ejemplares frente al apenas centenar registrados en 2002.
La receta que proponen para paliar esta escalada de atropellos se basa en arreglar los vallados, señalizar los tramos peligrosos para advertir a los conductores del peligro y crear pasos de fauna para evitar que los linces - y otros animales como ciervos- atraviesen las autovías.