COMO EN EL COLEGIO

Dos meses esperando la Liga ¿Habrá emoción, igualdad, intensidad.? Pues no. Parece que todo sigue igual.o peor. Al Barcelona le bastaron poco más de 25 minutos para meterle cuatro al Levante. Media docena al descanso. El equipo blaugrana no iniciaba una Liga con cuatro goles en 26 minutos desde 1950. Y sin Iniesta ni Neymar en el once inicial.

Lo cierto es que con cosas así a uno le entran ganas de apagar la tele o irte al baño del Camp Nou, a no ser que seas un 'hooligan' de tu equipo. Sí, da gusto ver jugar al Barcelona, pero es como presenciar un partido de los Globetrotters: atrae, pero sin competición no llena. Porque en el deporte uno de los aspectos fundamentales es la competitividad. Presenciar un espectáculo en el que ya sabes el desenlace debería tener al menos una rebaja en el precio de la butaca. Que no todo vaya a ser rebajar los presupuestos y el nivel medio de la plantilla del 90% de los equipos. No puede ser que los equipos recién ascendidos en la 'Premier' le quiten jugadores a equipos españoles de la parte alta. Hace dos veranos en la NBA se fue a la huelga para evitar cosas como ésta. Que no nos engañen. El resultado del Barcelona más que un gran triunfo, es un triste abuso. Ahora con la crisis, a muchos equipos les saldría más rentable no viajar a Barcelona o Madrid y firmar el 3-0. El 6-0 del Barcelona al descanso tiene el mismo valor que cuatro tortas que me pueda dar a mí un culturista. El 99% de aficionados ven que no hay Liga de 20 equipos, sino una de dos, que, según cómo se dé la cosa, puede estirarse por arriba y quedarse en una carrera en solitario, o por abajo, enganchándose un tercero en discordia para añadir un punto de exotismo al clasicismo impuesto.

Pues eso, que la Liga pinta emocionante. Como diría Alfonso Carbonell, por el bien de la Liga, por la emoción, por la caridad aunque sea, el Barça sólo podría marcar en el Camp Nou con la cabeza. Como en el colegio.