La crisis se siente en Al-Ándalus
Hosteleros y artesanos apuntan un seguimiento desigual a la última edición del Mercado Andalusí que concluyó ayer
CÁDIZ. Actualizado: GuardarLa crisis ha llegado a Al-Ándalus, y no es precisamente aquel periodo histórico que llevaría al fin de la presencia musulmana en la península. Es la crisis en su versión más doméstica y reciente, concretamente la que ha hecho que esta última edición del Mercado Andalusí tenga unos beneficios más modestos que en ediciones anteriores. O al menos eso es lo que sostienen algunos hosteleros y comerciantes de El Pópulo: la razón, a parte de la consabida crisis, el aumento de puestos en la plaza de la Catedral «lo que ha restado público en el barrio». Así lo explica Antonio Gallardo, del bar El Malagueño. De hecho, el veterano hostelero hablaba ayer de «la peor edición del Mercado Andalusí». «Curiosamente, funcionó mucho mejor la Noche Blanca», explicaba Gallardo en relación al evento cultural celebrado hace unos días en los barrios del Pópulo y Santa María.
Pero como nunca llueve a gusto de todos, no compartían del todo su impresión otros de los actores de esta cita ya consolidada en el verano gaditano. Concretamente, era el caso de Mari Ángeles Álvarez, de Cerámicas Gugum, que ayer se mostraba satisfecha con su nueva ubicación. De hecho, ella es una de las que este año ha podido estar situada en la plaza de la Catedral, lo que le ha permitido montar la demostración de alfarería y obtener más visitas que cuando su puesto estaba en las calles del Pópulo: «Estamos muy contentos con esta edición, la gente agradece mucho las demostraciones». Con todo ello, Álvarez también ha notado «menos gente que otros años».
Y es que muchos de los artesanos ubicados en la Catedral se mostraban satisfechos con que este año se hayan montado más puestos en la citada plaza. Es el caso de Pilar Ayuv, de la Fundación Manantial que ha registrado mejores datos que la edición anterior, cuando su puesto de bisutería estaba en las calles del barrio. «Aunque haya crisis, la plaza de la Catedral se pone minada, funciona mucho mejor», explica Ayuv con satisfacción.
Así las cosas, el seguimiento de esta edición ha dejado opiniones enfrentadas, los que prefieren el interior del Pópulo, como forma de mayor impacto en el barrio y los optan por estar presentes en una zona de mayor espacios y trasiego como la plaza de la Catedral. Unos y otros, en cualquier caso se advierten un descenso de visitantes, acentuado por «el intenso calor, eso ha hecho que la gente venga más con la caída del sol», explicaba otro de los comerciantes ubicados en la céntrica plaza.