Alijando en la entrada a Cádiz
La incautación en el polígono del Levante nos recuerda que no se puede bajar la guardia con el narcotráfico
Actualizado: GuardarLas noticias a veces parecen guardar cierto orden que persigue indicarnos algo, enseñarnos una suerte de moraleja, recordarnos algo que habíamos pasado por alto. Algo parecido ha ocurrido esta semana. Hace escasos días, el sindicato con mayor afiliación dentro de la Comisaría Provincial (UFP) reclamaba más medios para combatir el narcotráfico, a nivel de organizaciones. Aseguraba que los investigadores son pocos para hacer frente a un fenómeno que se dota, por el contrario, de los mejores y más avanzados medios para obtener sus fines. Citaba como ejemplo el grupo que debe indagar en la delincuencia fiscal, ahondar en las grandes fortunas de los delincuentes desde la comisaría gaditana. Tres agentes, un inspector y dos policías conforman un equipo integrado dentro de la nueva estructura policial, llamada Udyco-Bahía, pero no disponen ni tan siquiera de ordenador. Ni el subdelegado del Gobierno, que restaba credibilidad a la denuncia de la UFP - en cuanto a la caída de las incautaciones por efecto de ese déficit de recursos- no negaba que más medios serían bien recibidos, pero que la crisis aprieta.
La Policía Nacional se incautaba el viernes por la noche de más de una tonelada de hachís que estaba siendo descargada en la entrada de Cádiz, en el polígono del Levante. La llamada de un pescador que fue testigo del alijo y no la investigación previa fue la clave. El viernes, los agentes contaron con aliados, pero no siempre el viento sopla de forma favorable. Por eso no se puede bajar la guardia en la lucha contra esta lacra. La provincia de Cádiz debe contar con todas sus necesidades policiales cubiertas. Su situación geográfica, su crisis crónica en la mayoría de sus municipios obliga a ello.