Sociedad

Identifican al 'abuelo' de las ratas

MADRID. Actualizado: Guardar
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El hallazgo en China del fósil de un roedor extinguido hace 160 millones de años está ayudando a los científicos a explicar la evolución de los llamados multituberculados, los ancestros de las ratas actuales. Su nombre proviene de la estructura de los molares, con muchas cúspides (tubérculos) y un par de incisivos en la mandíbula inferior.

La especie de los multituberculados floreció durante la era del Cretácico, la cual terminó hace 60 millones de años y, como ocurre con los roedores hoy en día, llenaron varios nichos del hábitat terrestre, bajo tierra, sobre el suelo y en los árboles, según recoge la revista Science. Hacia el final de su existencia, los multituberculados habían desarrollado una completa dentición que les permitió disfrutar de dietas vegetarianas y contaban con habilidades locomotoras que les facilitaban moverse por las copas de los árboles.

Este nuevo fósil, el rugosodon eurasiaticus, es el ancestro más antiguo en el árbol genealógico de los multituberculados. Se asemeja a una pequeña rata o ardilla, con la que no guarda parentesco alguno. El esqueleto está casi completo, lo que proporciona información sobre las características que ayudaron a los multituberculados a evolucionar y sobrevivir, según explica Chong-Xi Yuan, miembro de la Academia China de Ciencias Geológicas de Pekín, en la investigación realizada junto a otros colegas chinos y estadounidenses.

«A finales del Cretácico y en el Paleoceno los multituberculados tenían una diversidad funcional extrema. Algunos podrían saltar y construir una madriguera, otros estaban capacitados para trepar a los árboles y muchos más vivían en el suelo», explica Zhe-Xi Luo, miembro del grupo de investigadores. «Los multituberculados que vivían en los árboles tenían capacidad para escalar y saltar gracias a los huesos del tobillo de las patas traseras, que les permitían un movimiento de híper rotación. Sin embargo, lo sorprendente del este descubrimiento es que estas características del tobillo ya estaban presentes en rugosodon que vive en tierra», destaca el experto.

El fósil de rugosodon eurasiaticus que Yuan y su equipo desenterraron fue preservado en los sedimentos del lago, lo que sugiere que la criatura pudo haber vivido en las orillas. Sin embargo, los investigadores dicen que las articulaciones del tobillo de este animal ya mostraban una alta movilidad y sus dientes estaban orientados a una dieta omnívora.