Cospedal revela que Rajoy y Arenas pactaron con Bárcenas las condiciones de su salida del PP

La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, desveló ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz que la «indemnización en diferido» que se pactó con Luis Bárcenas para su salida del partido fue negociada en persona por el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, y el vicesecretario general de Política Autonómica, Javier Arenas.

La reunión de Rajoy, entonces presidente del PP, con Bárcenas, su mujer Rosalía Iglesias y Arenas tuvo lugar en marzo de 2010 en la sede de la calle Génova de Madrid. En esa cita se acordaron las privilegiadas condiciones del finiquito que recibió el extesorero, que por aquel entonces ya estaba imputado en el 'caso Gürtel', la trama corrupta que afecta al partido.

Cospedal confirmó al juez que ella, pese a que en 2010 era la secretaria general, es decir, la 'número dos' de la formación, «no estuvo en la reunión donde se pactó» la salida de Bárcenas y que solo se enteró de las condiciones del acuerdo «meses después», según la transcripción de su declaración recogida por un abogado, y a la que ha tenido acceso este periódico.

Este trato incluía que el extesorero abandonaba definitivamente cualquier responsabilidad en la contabilidad después de que en julio de 2009 anunciase que se apartaba «temporalmente» tras su imputación. También acordó con Rajoy y Arenas que dejaba el acta de senador por Cantabria, lo que hizo un mes más tarde.

A cambio de esta serie de concesiones, Bárcenas logró tener «un coche de forma puntual, un sitio (en la sede) para dejar sus cajas, defensa letrada y la indemnización» pactada, según relató Cospedal ante el juez. El pago de este finiquito «simulado y en diferido», que la presidenta de Castilla-La Mancha comunicó en la recordada rueda de prensa de febrero pasado, recogía un sueldo mensual de 18.000 euros brutos hasta «diciembre de 2012 o enero de 2013», pero «ya no como tesorero».

En su declaración de ayer, Cospedal cambió la «simulación en diferido» por una indemnización «en forma fraccionada» y aseguró que José Manuel Romay Beccaría, sustituto de Bárcenas en la tesorería, le dijo que nadie le entregó al imputado un informe del estado de las cuentas durante los meses posteriores a su renuncia.

Los ordenadores

¿Qué hacía Bárcenas en el PP tras dejar su cargo?, le preguntó el fiscal Antonio Romeral a la testigo. «No lo sé, alguna vez lo vi pero no tenía que hacer nada relacionado con el PP». ¿Y Lapuerta? «Se daba vueltas y a veces tenía el comportamiento típico de un señor mayor que se ha jubilado», contestó Cospedal, que confirmó que estuvo en una comida de despedida con el ahora imputado, en la que le regalaron un reloj.

El abogado de la acusación del PSOE cuestionó a la secretaria general sobre la sala que le dieron a Bárcenas «para guardar sus cajas». «Yo nunca vi las cosas que tuvo en la sede, pero en cualquier caso ya no están», afirmó. «Creo que en esa sala -llamada Andalucía- tenía varios ordenadores y nos reclamó su devolución, pero se le hizo saber que no eran de su propiedad y continúan en la sede», aseguró .

La inquina entre Bárcenas y la 'número dos' del PP asomó en varios momentos en su declaración. El más directo fue el abogado del extesorero, Javier Gómez de Liaño. Cospedal aseguró que fue entre abril y junio de 2009 cuando su relación comenzó a ser «inexistente, muy mala». Un periodo que coincide con su imputación en 'Gürtel'. ¿Y cómo explica que siguió con actividad en el partido y cobrando un sueldo?, cuestionó el letrado. «Porque eso fue lo que se pactó», zanjó Cospedal, que reconoció que lo único que ella autorizó fue el pago de las minutas a los abogados de Bárcenas.

«Dependencia jerárquica»

Más allá de las particularidades de la relación laboral y personal con su reconocido enemigo, la presidenta castellano-manchega desplegó una estrategia similar a la de Francisco Álvarez-Cascos y Javier Arenas para responder a las cuestiones de fondo. Es decir, las que suman o restan en un proceso penal en el que se investiga la supuesta financiación irregular de su partido.

A preguntas del juez Ruz, aseguró que «nunca» ha intervenido en el sistema de donaciones, que eso era responsabilidad del tesorero y que este «no tiene por qué informar a la secretaria general sobre donaciones porque no hay dependencia jerárquica».

Cospedal desveló que en junio de 2009, tras anunciar Bárcenas su abandono temporal, asumió el cargo de tesorera hasta que llegó Romay Beccaría, en abril de 2010. Dijo que en esos diez meses «no compatibilizó» nada con el imputado y que ella despachaba con Cristóbal Páez, el exgerente que el martes admitió haber cobrado en negro de Bárcenas. Asimismo, aseguró desconocer si Páez hablaba con Bárcenas al tiempo que trabajaba con ella o si sabía que este tuvo el cuaderno secreto del extesorero.

La testigo negó «tajantemente» que ella tuviera constancia de pagos en B a los dirigentes ni del fraccionamiento de donaciones para no superar el límite legal. También desmintió las anotaciones de entregas a su nombre de 15.000 euros en 2008. «No es verdad y por eso le he puesto una demanda civil», dijo.

A la pregunta concreta de si conocía la reseña «López Hierro» de los 'papeles de Bárcenas', aseguró que era su marido pero que no tenía por qué ser el que aparece en los apuntes. Respecto al «recibí» presente en el sumario sobre un supuesto pago de 200.000 euros al PP de Castilla-La Mancha por parte de una constructora, Cospedal dijo que no intervino en esa reunión, pero el juez no dejó a las partes repreguntar porque este asunto se está investigando y trata de personas aforadas.