Economia

Alemania y Francia sacan a Europa de año y medio de recesión

El rebote franco-alemán impulsa un 0,3% del PIB de la eurozona en el segundo trimestre, pero Bruselas insta a evitar mensajes triunfalistas

BRUSELAS. Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Por fin buenas noticias en la zona euro. Eurostat confirmó ayer que los 17 socios de la moneda única dejaron atrás la recesión en el segundo trimestre de este año. Tras 18 meses de tasas negativas, el notable rebote de Alemania y Francia impulsó el Producto Interior Bruto de la divisa única un 0,3%, una cifra moderada pero que superó todas las expectativas. España e Italia contribuyeron a la ansiada expansión con un retroceso mucho más contenido en comparación con las caídas registradas previamente. El comisario de Economía, Olli Rehn, pidió a los gobiernos evitar mensajes triunfalistas y recordó que todavía resta «un largo camino por recorrer» antes de forjar un modelo de crecimiento «sostenible» que genere más empleo.

El avance de la zona euro se fraguó en los fuertes repuntes de Alemania y Francia, las dos mayores economías del bloque. Ambas crecieron más de lo esperado tras las dificultades experimentadas en 2012 y en el arranque de este ejercicio. En este periodo, el motor germano estuvo a punto de entrar en recesión con una caída trimestral que alcanzó el 0,5%. Berlín despejó ayer cualquier duda con un ascenso del PIB del 0,7% entre abril y junio, su ritmo de expansión más potente en un año. El despegue alemán está cargado de signos positivos, pero también oculta factores estacionales. El país se vio atenazado por un larguísimo invierno que ralentizó muchó el funcionamiento de las empresas. Con la llegada de la primavera, las firmas intentaron ponerse rápidamente al día, lo que propició un acelerón adicional en la actividad.

El avance de Francia es mucho más sorprendente. No solo por el incremento del PIB del 0,5%, sino porque el país se encontraba en recesión y ha vuelto a recuperar la esperanza. En los dos trimestres anteriores, había sufrido retrocesos del 0,2%, importantes varapalos que han alentado la subida del desempleo hasta un histórico 11%. La cifra está por debajo de la media de la zona euro (12,1%), pero muy lejos del 5,4% que luce la locomotora alemana. París y Berlín se vigilan estrechamente y comparan habitualmente los datos de sus economías. La recuperación francesa se explica por el gran comportamiento del consumo, la moderación en la caída de la inversión y el crecimiento de las exportaciones.

El gasto público, un componente decisivo en el PIB francés, también ayudó a enderezar el rumbo con un ligero incremento. Desde su llegada al Elíseo el año pasado, François Hollande ha presionado en la UE para reducir el ritmo de la austeridad y apostar con mayor determinación por políticas expansivas. Su primer ministro, Jean-Marc Ayrault, remarcó tras conocerse los datos que la mejoría no es producto del «azar» y valida la estrategia del Gobierno socialista. Como en el caso de Alemania, el repunte francés supera al ascenso del 0,4% logrado en el segundo trimestre por Estados Unidos, ejemplo de recuperación en la crisis.

Los otros dos pilares de la moneda única, Italia y España, siguen en recesión, pero Eurostat corroboró que sus constantes vitales empiezan a estabilizarse. La economía española cerró el trimestre con un retroceso del 0,1%, mientras que la italiana cayó un 0,2%. En los periodos anteriores, los tropiezos fueron mucho más sonoros y llegaron a rondar el 1%. Uno de los mayores retos de Roma pasa por estabilizar la situación política para que arraigue la confianza. El primer ministro transalpino, Enrico Letta, se apoya en una coalición respaldada por el partido de Silvio Berlusconi, condenado recientemente por fraude fiscal.

«Montaña de deuda»

El comisario de Economía reconoció la «ligera» mejoría en la evolución del PIB, pero se mostró contundente para evitar posibles relajaciones. «Espero que no haya declaraciones prematuras anunciando que la crisis ha terminado», proclamó convencido de que los socios deben seguir apretando los dientes. «Hay que mantener el ritmo de las reformas, recuperar el control sobre nuestra montaña de deuda y construir los pilares de una verdadera unión económica y monetaria», agregó.

De cara a los próximos meses, Rehn apuntó en la segunda mitad de este año se producirá una suave recuperación que gozará de una mayor «solidez» en 2014. Los cálculos de la Comisión indican que la zona euro concluirá 2013 con un retroceso global del 0,4% antes de tomar velocidad y crecer al 1,2% el próximo ejercicio.