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El camionero por quien intercedió el Rey cumplirá su pena en España
El sevillano, que fue condenado a cuatro años de prisión por tráfico de drogas, viajó ayer desde Tánger
MADRID. Actualizado: GuardarAntonio García Vidriel, el camionero sevillano encarcelado en Marruecos por el que intercedió el Rey en su reciente visita a Mohamed VI, ya está en territorio español. García Vidriel abandonó el país vecino ocho meses después de que hubiese solicitado a las autoridades marroquíes poder cumplir el resto de su condena en una prisión española, operación para la que el Gobierno de Mariano Rajoy dio su autorización el 26 de julio. El recluso no agotará su pena hasta 2016.
García Vidriel, condenado a cuatro años de prisión por tráfico de drogas y con problemas de corazón, salió ayer del centro penal de Tánger «en buen estado de salud», según fuentes penitenciarias. Allí estuvo recluido desde que en abril de 2012 fue detenido, junto a su hijo, tras hallar la policía marroquí cerca de nueve toneladas de hachís en el interior del camión con el que ambos trataban de embarcar hacia Algeciras.
Indulto para su hijo
El caso de este sevillano cobró relevancia cuando, tras una intensa campaña mediática por su liberación, don Juan Carlos solicitó en julio, durante su visita a Rabat, la agilización en los trámites para su repatriación. La reactivación del proceso le privó de ser uno de los 48 españoles indultados por el rey Mohamed VI, decisión anunciada el 30 de julio y que a punto estuvo de provocar un conflicto diplomático tras la liberación fallida del pederasta Daniel Galván, detenido en Murcia días después. En la lista sí que estaba el hijo de García Vidriel, quien pese a cumplir una pena superior (diez años) disfruta de libertad desde la semana pasada.
La familia del preso, en palabras de Miguel, uno de sus hijos, celebró «con mucha satisfacción» el regreso de su padre que «ahora al menos podrá ser atendido por un médico». Antonio García insistió durante las escasas entrevistas que concedió desde Tánger en las condiciones de hacinamiento de la prisión y en la deficiente atención médica que recibía. El camionero andaluz, de 67 años, es diabético y padece una cardiopatía desde que en 2009 sufriera un infarto.
Las circunstancias exactas de su llegada a España se desconocen. Tampoco está confirmado en qué prisión ingresará, aunque la primera parada para los presos repatriados es el penal gaditano de Puerto de Santa María. La familia manifestó su deseo de que Antonio sea transferido a uno de los dos centros penitenciarios de Sevilla, pero la última palabra corresponde a la Audiencia Nacional, a cuya disposición pasará en las próximas horas. Cuando se formalice su nueva situación, quieren solicitar un permiso para que el preso pueda visitar a otro de sus hijos, hospitalizado con quemaduras graves por un accidente sufrido hace varios meses.
Los indultos del monarca marroquí siguen provocando reacciones. Diez españoles que cumplen condena en Tetuán permanecen en huelga de hambre desde el lunes pasado como medida de presión para acelerar sus peticiones de traslado. Los convictos se quejan de las «irregularidades» y la «desorganización» del indulto real que, según afirmó Sergio Parada, condenado por tráfico de drogas, ha permitido que «se queden en la cárcel personas mayores y enfermas mientras otros presos con condenas menores han sido puestos en libertad».