La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, junto a su candidato por la provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde. :: MARCOS BRINDICCI / REUTERS
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La victoria más amarga de Cristina

La pérdida de la provincia de Buenos Aires impide a la presidenta argentina redondear el triunfo de su partido en las primarias legislativas

BUENOS AIRES. Actualizado: Guardar
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Menos de dos años después de ser reelegida por una aplastante mayoría, la presidenta Cristina Fernández tuvo que digerir el domingo los peores resultados en unas elecciones en los diez años consecutivos que lleva su partido en el Gobierno. Su caudal de respaldos en estas votaciones bajó a menos de la mitad. Casi a medianoche, acompañada por los principales referentes del oficialismo en esta campaña, la mandataria admitió «aciertos y equivocaciones» que no identificó, llamó a los dirigentes a «redoblar esfuerzos» y relativizó la victoria de los opositores.

Si bien se trata de una elección primaria y legislativa que deberá ser refrendada en octubre, cuando se juegan los asientos en la Cámara de diputados y de senadores, los resultados de la votación fueron más que decepcionantes para el Gobierno. El Frente para la Victoria -el partido fundado por Cristina Fernández y su esposo, el fallecido Néstor Kirchner- obtuvo un magro 26% a nivel nacional -su marca más baja desde que son Gobierno- y perdió en los distritos más populosos del país incluyendo las provincias de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Mendoza y la capital del país.

«Son elecciones nacionales, no nos olvidemos», intentó minimizar Fernández confiada y sonriente tras la difusión de los resultados. Sin embargo, la peor derrota, que superó todos los pronósticos, la sufrió en la provincia de Buenos Aires, donde votaba casi el 40% de los 30 millones de argentinos habilitados para el sufragio. Allí la puja se anticipaba difícil. El referente opositor era el exalcalde de la localidad de Tigre, Sergio Massa, que hace poco más de un mes decidió dejar el oficialismo disconforme con el estilo presidencial y armar el Frente Renovador.

Como candidato a diputado, Massa se alzó con 35% de apoyos en la provincia y le sacó casi seis puntos de ventaja al candidato de Fernández, Martín Insaurralde, antiguo alcalde de Lomas de Zamora, que obtuvo el 29,6% de los votos. Por la noche Massa estaba exultante y no ocultó sus ambiciones de un cargo mayor en 2015, cuando la presidenta termina su último mandato.

Los analistas habían anticipado que era imposible repetir en primarias legislativas los resultados de una elección presidencial. Y Fernández sabía que tenía una competencia ardua, sobre todo en la provincia. Ella sola eligió a Insaurralde, un desconocido para el electorado. Hizo campaña con él y consiguió sumar también el apoyo del gobernador Daniel Scioli, que pese a sus diferencias con la presidenta acompañó al candidato en casi todos sus actos y le brindó un explícito respaldo. Ahora la derrota recae sobre ella, que eligió a su delfín y se puso a la cabeza de la campaña. También arrastra a Scioli, que aspira a ser presidente por el Frente para la Victoria, aunque el gobernador podría salir mucho menos herido que ella.

El oficialismo estaba preparado para una eventual derrota, pero no se esperaba una diferencia tan contundente en beneficio de Massa. En tercer lugar -en la provincia- quedó la lista opositora de la Unión Cívica Radical (11,6%) y cuarto se ubicó el candidato derechista Francisco de Narváez (10,7%), que en las legislativas de 2009 se había impuesto a Néstor Kirchner en esa misma provincia. De Narváez se había erigido entonces en la esperanza blanca de los opositores, pero su capital se diluyó enseguida.

En 2011, Fernández ganó con el 54% de los votos. Pero ahora la caída del oficialismo es mayor, porque en 2009 obtuvo en todo el país un 32% de los votos y ahora un 26%. Además, la nueva estrella en ascenso es Massa, que tiene más posibilidades que De Narváez de seguir creciendo, sobre todo porque no tiene un discurso radicalizado contra el Gobierno.

En Córdoba, otro distrito muy populoso, el Frente para la Victoria salió cuarto, con poco más del 10%, y en Santa Fe fue tercero con un 20%. Allí ganó el socialista Hermes Binner, que fue gobernador de la provincia y había competido con Cristina Fernández en las elecciones presidenciales de 2011. En Mendoza el ganador fue Julio Cobos (44% de los votos), exvicepresidente en el período 2007-2011, que rompió con la mandataria durante el largo enfrentamiento del Gobierno con el campo en 2008 por un aumento de impuestos a las exportaciones.

En la ciudad de Buenos Aires, tal como se preveía, ganaron los precandidatos del alcalde derechista Mauricio Macri, pero esos resultados podrían variar el 27 de octubre. La fuerza que lidera el jefe de Gobierno, un claro rival de Cristina Fernández, consiguió un ajustado 27,5% de los votos para sus candidatos a diputados y un 31% para senadores. En segundo lugar se ubicó el Frente para la Victoria.