Fila de vehículos esperando ayer para entrar en Gibraltar. :: JON NAZCA / REUTERS
ESPAÑA

Reino Unido amenaza con acciones legales por las colas en Gibraltar

El Gobierno español contesta que los controles en la verja son «irrenunciables», además de «proporcionales y legales», y que seguirán

LONDRES. Actualizado: Guardar
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La relación entre Reino Unido y España alcanzó ayer otro máximo de tensión con la amenaza de Londres de aplicar medidas legales en apoyo de Gibraltar. La oficina del primer ministro David Cameron confirmó que el Gobierno está estudiando «qué acción legal» está en su mano para forzar un cambio de postura en el Ejecutivo español que asegure la normalización del tráfico en la frontera del Peñón. «El primer ministro está obviamente decepcionado por el hecho de que España no haya levantado los controles fronterizos adicionales el pasado fin de semana», señaló Downing Street.

Las fuerzas de seguridad españolas registran desde hace días la mayoría de los vehículos que cruzan la verja, causando colas de hasta siete horas. El gobierno británico ha protestado en sucesivas ocasiones por la intensidad de los registros, que considera «desproporcionados y políticamente motivados». Ahora se plantea dar un «paso sin precedentes» entre miembros de la Unión Europea, emprendiendo acciones legales contra España. «Estamos barajando las distintas opciones y estudiando con mucho cuidado qué camino tomar», insistió Downing Street. Londres evitó dar fechas sobre la conclusión del periodo de reflexión pero afirmó que la acción contra España se enmarcaría en el contexto de la Unión. «Si decidimos actuar el primer paso se concretará con una queja formal ante la Comisión», explicó una portavoz del Ejecutivo británico.

Las advertencias de Londres no hicieron mella en el Gobierno que anunció que no variará su actitud con respecto al Peñón. Fuentes del Ministerio de Asuntos Exteriores afirmaron que los controles en la frontera con la colonia son irrenunciables. «Son legales y proporcionales, por lo que continuarán», se apuntó.

Mediación de Bruselas

Representantes de la Comisión tienen previsto viajar a Gibraltar para recabar información directa sobre el problema que divide a España y Reino Unido. La chispa del desacuerdo saltó el mes pasado con la instalación en aguas disputadas de 70 bloques de cemento para crear un arrecife artificial que, según los gibraltareños, protegerá el hábitat del entorno. Para el Ejecutivo de Mariano Rajoy, esta construcción es producto de una decisión unilateral que perjudica a pesqueros de La Línea que faenan en la zona.

La tensión diplomática crece sin atisbos de una solución consensuada, a la que aspiran en teoría los gobiernos de ambos países. «Resolver la disputa por medios políticos sigue siendo nuestra prioridad», resaltó una portavoz británico. Pero las conversaciones entre ambas partes no han relajado la situación, sino que han dado pie a mutuas represalias políticas. Además, el Gobierno español se plantea hacer frente común con Argentina en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Ambos países reclaman la soberanía sobre dos territorios dependientes de Reino Unido: Gibraltar y las islas Malvinas. Mientras, Cameron puso en marcha ayer la maquinaria legal que podría desembocar en el Tribunal Europeo de Justicia. El meollo de la demanda se centraría en el Acuerdo Schengen, que garantiza el libre tránsito entre las fronteras de la Unión Europea. Reino Unido está al margen de dicho acuerdo, pero podría basar su querella en la imposición de controles desmesurados en el paso fronterizo con Gibraltar, que España juzga apropiados para controlar el contrabando.

Por su parte, el Gobierno de Gibraltar ha «celebrado» la posibilidad de que España derive el conflicto a los tribunales internacionales y mostró su «gran satisfacción» después de que Reino Unido haya «reiterado su compromiso con el derecho a la autodeterminación del pueblo de Gibraltar». En un comunicado, el Ejecutivo que preside Fabián Picardo aplaudió que el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo, haya apostado por resolver el conflicto de una manera «racional y civilizada». El conflicto, según el Peñón, se refiere a los límites de las aguas territoriales británicas de Gibraltar y la cuestión de la «aplicación del derecho inalienable a la autodeterminación».

Mientras tanto, ayer partió de Portsmouth rumbo a Rota el porta-helicópteros 'Illustrious'. El buque insignia de la Royal Navy participará junto a otros navíos británicos en unas maniobras en el Mediterráneo y el Golfo Pérsico. Está previsto que varios de los barcos que le acompañarán en la travesía hagan escala en Gibraltar, una parada planificada desde hace meses y que tanto Londres como Madrid han querido desvincular de la crisis diplomática. Junto al 'Illustrious' también navegará en una parte del viaje la patrullera de la Armada Española 'Centinela'. El barco español realizará ejercicios con los de la flotilla británica.