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Un pinar sufre los efectos de la implantación de la zona naranja
La afluencia a la playa del Cangrejo Rojo ha crecido tras la llegada de una medida que ha provocado que este espacio protegido sea utilizado para aparcar
EL PUERTO. Actualizado: GuardarTodo tiene su consecuencia. La implantación de la zona naranja en Valdelagrana, pero sobre todo en Las Redes y El Ancla, ha motivado que se produzca un desplazamiento de bañistas a otra de las playas del litoral portuense, la del Cangrejo Rojo.
Situada en un entorno privilegiado, esta playa es «bastante virgen», pese al desarrollo urbanístico que se ha producido en urbanizaciones cercanas, como El Buzo, Las Redes o El Ancla, junto con las que constituye la playa de Santa Catalina. Dicha característica se debe a que tiene justo en frente el Pinar de Mochicle, un espacio protegido que ahora está en peligro, ya que la gente está estacionando los vehículos en él, con lo que se está destruyendo «parte de la flora y fauna del pinar». El riesgo de incendio es «alto».
Ecologistas en Acción de El Puerto ha denunciado «los aparcamientos indebidos» de vehículos en el Pinar de Mochicle, algo que achacan a «la instauración de la zona naranja en determinadas zonas costeras del municipio».
La playa del Cangrejo Rojo dispone de un único acceso y un aparcamiento de vehículos muy limitado. El Ayuntamiento ha colocado señales de prohibido aparcar así como bloques de hormigón para impedir el aparcamiento dentro del pinar, que está catalogado como espacio protegido. Sin embargo, como refleja Javier Ricoy, «no se ha tenido la precaución de colocar los bloques los suficientemente juntos para impedir el paso, lo que ha originado que a diario usuarios desaprensivos de la playa aparquen dentro del pinar».
Ricoy apunta que desde Ecologistas en Acción «no entendemos cómo se ha permitido por el Ayuntamiento la colocación del los bloques de una forma tan inadecuada, así como la falta de vigilancia por parte de la Policía Local para impedir estos comportamientos incívicos y peligrosos».
Los conservacionistas, que no han presentado denuncia ante el área de Medio Ambiente, consideran no obstante que «hay medidas que son fáciles de tomar», por lo que esperan una rápida respuesta municipal.
«Mejorar la protección y vigilar la zona», con eso -dicen- es suficiente. Sobre todo, porque además de en el pinar, «se está aparcando en la propia entrada a la playa, que es una zona de retamas que puede prender muy rápido con cualquier chispa de un coche», dice Ricoy.
Cabe recordar que «el pinar se salvó en su día de la especulación urbanística, entre otras cosas por la campaña de Ecologistas en Acción», recuerda el ecologista, quien asegura asimismo que «no estamos dispuestos a que se destruya ahora por una falta de control del Ayuntamiento».
Hay que destacar que el Pinar de Mochicle «sujeta» la duna denominda del Cangrejo Rojo. Dicha circunstancia hace que «ésta sea una playa bastante virgen y tenga mucha anchura, al haberse evitado las construcciones que se levantaron en otras playas como Fuentebravía, Las Redes o El Ancla», finaliza Javier Ricoy.