Don Juan Carlos y Mariano Rajoy posan ante las cámaras antes de su entrevista en el palacio de Marivent. :: ENRIQUE CALVO / REUTERS
ESPAÑA

Rajoy amenaza a Gibraltar con atacar su paraíso fiscal si rechaza un acuerdo

El presidente afirma que la llegada de la Royal Navy está «pactada» desde junio y que «no tiene nada que ver con lo que ocurre» en la colonia

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Mariano Rajoy aprovechó ayer el tradicional despacho estival con el Rey en el palacio mallorquín de Marivent para mandarle un claro mensaje a las autoridades británicas y gibraltareñas.

España -dijo en la rueda de prensa posterior- quiere solucionar los contenciosos bilaterales provocados este mes por el Ejecutivo del Peñón, especialmente con el lanzamiento de bloques de hormigón en el caladero de pesca de la bahía de Algeciras, con el diálogo y el acuerdo, pero no piensa tolerar el mantenimiento en el tiempo de este tipo de agresiones unilaterales. Su Gobierno, añadió, está dispuesto a responder con todas las armas legales a su alcance, incluido el acoso al paraíso fiscal en el que se basa buena parte de la economía de la colonia, si no se abre de inmediato una negociación seria y resolutiva.

Rajoy no ocultó que la crisis diplomática iniciada el 24 y 25 de julio por el ministro principal del Peñón, Fabian Picardo, con lo que denominó como «atentado al medio ambiente» y a los derechos de pesca españoles, centró la mayor parte de la conversación que mantuvo con don Juan Carlos.

El presidente del Gobierno, de hecho, trató de aportar al jefe del Estado hasta el último dato del contencioso, por lo que minutos antes de acudir a Marivent se entrevistó en el aeropuerto de Palma con el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, de vacaciones en el archipiélago, para que le ratificase el momento por el que atraviesan las gestiones. Rajoy transmitió al Monarca que, según lo acordado en la conversación telefónica que mantuvo el miércoles con su homólogo David Cameron, espera que «esto no vaya a más» y que las autoridades del Peñón y las británicas acepten lo antes posible la constitución de una mesa de negociación cuatripartita, con representantes de Exteriores y de la Junta de Andalucía, para solventar las controversias vinculadas con el medio ambiente y la pesca.

Pero, con la misma intensidad que tendió la mano a un país «aliado y amigo», avisó de que si la apertura del proceso negociador se dilata, se bloquea o no conduce a sitio alguno, «España se reserva tomar las medidas legales que considere oportunas, porque este Gobierno siempre defenderá los intereses nacionales y no aceptará decisiones unilaterales».

Mal precedente

Rajoy no olvida que a la actual 'crisis de los bloques' se suma otro conflicto sin resolver desde marzo de 2012, cuando el Gabinete de Picardo, también de forma unilateral, dio por roto el acuerdo de pesca para la bahía de Algeciras que «venía funcionando razonablemente» desde 1999. Entonces, recuerda el presidente, también se pactó con Cameron abrir una mesa de negociación con todos los agentes y gobiernos implicados, pero «es obvio que, contra lo acordado, esas conversaciones aún no han tenido lugar». Este mal precedente es el que invocó para explicar por qué, en esta ocasión, su Ejecutivo no ha tenido paciencia y, como respuesta al episodio del hormigón, endureció las medidas de seguridad y de lucha contra el contrabando de tabaco en la verja fronteriza, que provocaron de inmediato colas de varias horas entre los miles de personas que la cruzan cada día.

Rajoy no quiso explayarse demasiado sobre las hipotéticas medidas adicionales contra la colonia, pero sí habló de exigir ante las instancias que corresponda las leyes europeas de medio ambiente y vigilar que los ciudadanos «cumplan con las obligaciones fiscales». El último aspecto apunta a la persecución de los residentes en España que declaran su patrimonio en Gibraltar para evadir impuestos o a trabas legales al negocio del juego por internet.

El presidente, sin embargo, quitó toda trascendencia a la llegada al Estrecho en los próximos días de nueve barcos de la Royal Navy, tres de los cuales atracarán en Gibraltar. Dijo que son maniobras aliadas «acordadas y pactadas» con su Gobierno desde el 4 de junio, «que no tienen nada que ver con lo que ocurre» en la colonia.