La OPA de Slim sobre KPN pone en duda los planes de Telefónica

La oferta pública de adquisición de acciones (OPA) sobre la operadora holandesa KPN anunciada ayer por América Móviles, controlada por el magnate mexicano Carlos Slim -que pugna codo a codo con Bill Gates (Microsoft) por ser el hombre más rico del mundo-, pone en duda los planes más cercanos de Telefónica. La compañía que preside César Alierta acordó el pasado 23 de julio con KPN la compra del 100% de su filial alemana, E-Plus, a cambio de 5.000 millones de euros en efectivo y un 17,6% de las acciones de Telefónica Deutschland.

Con esta operación, considerada estratégica por la operadora española, Telefónica Deutschland (donde se integraría E-Plus) ascendería al liderazgo del mercado de móviles germano desde el cuarto puesto que ocupa en la actualidad, superando a T-Mobile (Deutsche Telekom) en número de clientes (40 millones) -liderazgo que también respaldaría a nivel europeo- y solo por detrás de Vodafone en ingresos anuales.

Sin embargo, el movimiento realizado por Slim, dispuesto a gastarse unos 7.200 millones de euros cuando lance la OPA en septiembre para hacerse con el 70,2% de capital social de KPN que aún no controla -ofrece 2,40 euros por título, con una prima del 20% respecto al cierre del jueves y un 35% más que el valor medio del último mes-, ha creado serias dudas sobre el futuro de E-Plus.

Desde Telefónica insistieron ayer en que su oferta es «definitiva». El problema es que todo depende ahora de la ratificación por parte de la junta de accionistas de KPN -aún sin fecha-, donde Slim podría llegar a contar con una mayoría social -su OPA está condicionada a contar con, al menos, el 50% de los derechos de voto- para inclinar la balanza hacia una respuesta negativa. En cualquier caso, hay una cláusula de penalización de 50 millones.