Viajeros de dirigen al área de salidas del aeropuerto internacional de Saná. Arriba, un policía militar detiene un coche en uno de los controles establecidos en la capital yemení. Debajo, Ayman al-Zawahiri. :: REUTERS / AFP
MUNDO

EE UU saca a sus ciudadanos de Yemen

Correos electrónicos interceptados a líderes de Al-Qaeda apuntan a un supuesto ataque contra intereses occidentales El Pentágono sitúa en el país árabe el origen de la amenaza terrorista que les ha llevado a cerrar sus embajadas

NUEVA YORK. Actualizado: Guardar
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Horas después de que un avión no tripulado de EE UU acribillara desde el aire a cuatro supuestos miembros de Al-Qaida en el norte del Yemen, el Departamento de Estado ordenó ayer a todos sus ciudadanos y personal diplomático no esencial que abandonaran de manera inmediata el país. Este último capítulo del repliegue estadounidense en el mundo árabe vino acompañado de una importante revelación: los hombres de Al-Zawahiri, el sucesor de Osama Bin Laden, estaban listos para cometer un atentando de gran envergadura contra intereses occidentales el pasado domingo.

Una filtración al diario 'The New York Times' apunta que la amenaza terrorista esgrimida por Washington para justificar el cierre masivo de embajadas el pasado fin de semana procedía de Yemen, territorio donde opera la filial más peligrosa de Al-Qaida. Varios correos electrónicos dirigidos a Nasser Al-Wuhayshi, jefe del grupo en la Península Arábiga, habrían sido la materia prima que ha disparado el plan de protección de instalaciones diplomáticas en el Norte de África, Oriente Medio y Asia. El Gobierno británico siguió los pasos a EE UU y organizó la evacuación de todos de empleados diplomáticos y ciudadanos.

«Los niveles de amenaza en Yemen son extremadamente altos», señaló el Departamento de Estado en un informe abundante en detalles sobre la actividad de Al-Qaida en la Península Arábiga en el último año. «En septiembre de 2012, grupos violentos atacaron la Embajada de Estados Unidos. Ahora mismo las manifestaciones de grupos incontrolados continúan teniendo lugar con demasiada frecuencia, por lo que pedimos a nuestros ciudadanos que extremen la precaución hasta que culmine su salida», indica el informe.

Funcionarios estadounidenses entrevistados por la cadena ABC señalaron que EE UU «busca frenéticamente» bombas en vehículos que Al-Qaida puede utilizar para hacer volar la Embajada estadounidense en Yemen, además de otras misiones diplomáticas. Otras fuentes destacaron que la existencia de comunicaciones entre la organización terrorista y su red en el país árabe no significa necesariamente que la franquicia yemení reciba órdenes de Al-Zawahiri. «Muestra que el núcleo de Al-Qaida todavía maneja una máquina de terror global. Es una imagen compleja», declaró Bruce Riedel, un exfuncionario de la CIA que ahora dirige el Brookings Intelligence Project, en Washington.

Aunque el grueso de las preocupaciones se concentre en Yemen, el cierre decretado en otras 19 sedes diplomáticas se mantendrá hasta el domingo. La mayoría de ellas tampoco abrirán durante los fines de semana hasta finales de agosto.

En medio del revuelo por la salida de norteamericanos y británicos, un nuevo ataque de un 'drone' norteamericano se saldó con la muerte de cuatro hombres a bordo de un todoterreno que circulaba a 190 kilómetros al noreste de Saná. Washington se esforzó ayer por no conectar ambos eventos. Poco después de este suceso, hombres armados derribaron un helicóptero militar en una área próxima al lugar donde se registró el ataque contra los supuestos integrantes de Al-Qaida.

Cuestiones abiertas

El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur Hadi, regresó a Saná tras una visita de varios días a EE UU. Su encuentro con Obama estuvo copado por la cooperación en la lucha antiterrorista. Para los muchos ciudadanos estadounidenses, la nueva alerta genera preguntas como qué tan exitoso ha sido EE UU en la guerra contra el terrorismo y si la red terrorista ha sido capaz de reorganizarse tras la muerte de Bin Laden.

Y aunque las autoridades estadounidense acordaron hace un año reanudar la asistencia militar a Yemen, no está claro el calibre de esa ayuda. Washinton se esfuerza en vender que las relaciones han mejorado y pone como el ejemplo de que unidades de su ejército están de nuevo sobre el terreno para entrenar a las fuerzas de operaciones especiales yemeníes. También han entregado más de una decena de helicópteros.

Al-Qaida de la Península Arábiga ha sido considerada por muchos como la facción más peligrosa de al-Qaida. Aunque el grupo perdió a Anwar al-Awlaki -uno de sus líderes clave- en un ataque con aviones teledirigidos de EE UU en 2011, al-Wahishi y el principal fabricante de bombas del grupo, Ibrahim Hassan al-Asiri, siguen prófugos y decididos a atacar intereses occidentales.