Bruselas respalda al FMI para rebajar salarios en España a cambio de empleo
Olli Rehn cree que el ajuste aceleraría la creación de puestos de trabajo y pide un esfuerzo «serio» para cerrar un gran pacto nacional
BRUSELAS. Actualizado: GuardarEl comisario de Economía, Olli Rehn, respaldó ayer la tesis de una bajada general de sueldos en España para acelerar la creación de empleo. Apoyándose en los ejemplos de Irlanda y Letonia, el responsable finlandés respaldó el planteamiento lanzado la semana pasada por el FMI para que patronal y sindicatos alcancen un gran acuerdo nacional. Este consenso, que implicaría una reducción salarial de hasta el 10%, permitiría situar la tasa de desempleo por debajo del 20% en tres años. Rehn eludió citar cifras concretas sobre la magnitud del recorte en las retribuciones, pero recordó a los agentes sociales que si rechazan intentar forjar un acuerdo deberán asumir «el coste social y humano» de la actual situación.
El titular escandinavo recurrió a su blog para analizar el informe difundido la semana pasada por el FMI sobre la economía española. El organismo dirigido por Christine Lagarde, estrecha colaboradora de Rehn en la complicada gestión del rescate griego, aprovechó la elaboración de su diagnóstico anual para defender una estrategia radical en la lucha contra el paro. El plan incluye un gran acuerdo entre patronal, sindicatos y Gobierno que conduciría a una nueva vuelta de tuerca en la devalución interna del país. Con este objetivo, los representantes de los trabajadores aceptarían una bajada salarial de hasta el 10% en dos años, mientras que los empresarios se comprometerían a espolear la contratación.
El Gobierno contribuiría a dinamizar el mercado laboral con una rebaja en las cotizaciones sociales que se compensaría más adelante con una subida del IVA. Según las estimaciones del Fondo, el paro caería por debajo del 20% en 2016 con este conjunto de medidas. En caso contrario, la tasa de desempleo podría seguir por encima del 25% dentro de cinco ejercicios. Rehn evitó entrar en predicciones a largo plazo, pero avaló la idea de que una importante bajada salarial impulsaría la contratación. A su juicio, la reducción en los sueldos se traduciría en una inflación más limitada, lo que animaría notablemente el consumo en apenas dos años.
Consciente del desafío que supondría alcanzar un gran acuerdo nacional con un «amplio» respaldo social y político, el comisario de Economía reclamó no perder de vista la «inaceptable» tasa de paro. «¿No merecería la pena un intento serio por el futuro de los millones de jóvenes desempleados?», se preguntó en referencia al «escepticismo» del Gobierno ante un posible pacto. «Los responsables que rechacen frontalmente el esfuerzo deberían cargar sobre sus hombros con la responsabilidad del coste social y humano», agregó extendiendo el llamamiento a patronal y sindicatos.
Aunque habrá que esperar para ver si Rehn incorpora su petición a las directrices económicas de España, lo cierto es que su departamento siempre ha insistido en la necesidad de flexibilizar los salarios. En sucesivos análisis, Bruselas ha apostado por una reforma laboral que contribuyera a ajustar las retribuciones dentro de una empresa para reducir los despidos