Sociedad

Un año sin la dama del poncho rojo

La música se vuelve a vestir de luto para llorar a Chavela Vargas en el primer aniversario de su muerte

MADRID. Actualizado: Guardar
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La emblemática Plaza Garibaldi, centro histórico de la capital mexicana, llora de nuevo la muerte de Chavela Vargas cuando se cumple un año de su muerte. Allí tuvo lugar el primer homenaje organizado tras su fallecimiento, el 21 de julio de 2012 y, un año después de la pérdida, el mundo de la música vuelve a vestirse de luto para llorar a la «dama de poncho rojo, pelo de plata y carne morena», como la describió el cantante Joaquín Sabina en 'Por el bulevar de los sueños rotos'. Las flores, las lágrimas y la música acompañarán de nuevo el recuerdo de la artista en un homenaje que se reproducirá en varias ciudades del mundo.

Chavela Vargas murió a los 93 años en el hospital de Cuernavaca en el que llevaba varios días ingresada poco después de su regreso a México desde España, donde recibió un cálido homenaje y sufrió un achuchón de salud que ya hizo temer por su vida. Padecía una bronconeumonía de la que no pudo recuperarse. Su viaje a Madrid se debía a la presentación de 'Luna grande', un disco dedicado a la poesía de Federico García Lorca, y sus memorias, 'Dos vidas necesito. Las verdades de Chavela', así como a un recital que ofreció junto a Martirio y Miguel Poveda. María Isabel Anita Carmen de Jesús Vargas Lizano, como figuraba en sus documentos, nació en Costa Rica el 17 de abril de 1919. En su infancia sufrió la polio y, apenas superada la adolescencia, viajó a México para buscarse la vida en las calles del D. F. con su voz y su guitarra. Descubierta por el compositor José Alfredo Jiménez y su esposa en una esquina, triunfó a mediados del siglo XX. Obtuvo la nacionalidad mexicana y vivió en su país de adopción durante más de siete décadas entre la admiración, el olvido, el alcohol y las resurrecciones impulsadas por Pedro Almodóvar y Joaquín Sabina en España.