EE UU prolonga la alerta terrorista
El Ejecutivo extiende al domingo la clausura de algunas embajadas por la amenaza de Al-Qaida, pero abre las legaciones de Kabul y Bagdad
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarLas autoridades estadounidenses han extremado la precaución en respuesta a una «posible amenaza» de Al-Qaida a intereses occidentales al ampliar la clausura de 19 oficinas consulares y embajadas, la mayoría en países árabes. Ningún detalle ha trascendido sobre la «abundante información» interceptada en correos electrónicos de supuestos miembros de la red terrorista, pero desde que el jueves saltó la alarma, Washington ha elevado cada día el nivel de alerta. Lo que iba a ser un cierre cautelar hasta el próximo domingo dio paso a una orden que extendía la cuarentena a todos los fines de semana de agosto. Ahora, coincidiendo con la finalización del Ramadán, el Gobierno de EE UU ha echado el candado en importantes sedes diplomáticas en el Norte de África, Oriente Próximo y Asia.
«Esto no es una indicación de que hayamos encontrado nuevas amenazas», justificó la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki. Simplemente, queremos poner en práctica un ejercicio de precaución para proteger a nuestro personal, incluidos los trabajadores y los visitantes locales». La reapertura el 12 de agosto de todas las instalaciones afectadas no está clara. Psaki ha dicho que al menos nueve sí lo harán.
Varios legisladores que han recibido información confidencial de la Administración Obama han señalado en entrevistas televisivas que si bien no se han identificado objetivos concretos, hay evidencias de una actividad inusual entre grupos afiliados a Al-Qaida. «Se trata de la amenaza más seria que he visto en varios años», declaró a la cadena ABC el senador republicano Saxby Chambliss, miembro del comité de inteligencia de la Cámara alta.
Algunos de los críticos más furibundos de Obama en el Congreso, alabaron esta vez la actuación del Ejecutivo. «Es una decisión muy inteligente», dijo Michael McCaul, jefe del Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes. Lindsey Graham, uno de los pesos pesados de la derecha y con importantes responsabilidades en asuntos de seguridad encontró plenamente justificado el extremo celo en la protección de las embajadas. El Gobierno está haciendo ahora «lo correcto» tras el «completo fracaso de Bengasi», explicó a la CNN.
Las sospechas
Dutch Ruppersberger, el principal demócrata en la Comisión de Inteligencia en el Senado, hizo una referencia expresa en el programa 'This Week', de ABC, de que la amenaza procede «de personas de alto nivel de Al-Qaida en la Península Arábiga» y que todo apunta a un «ataque de gran envergadura».
Las sedes diplomáticas seguirán cerradas en Egipto, Jordania, Libia, Yemen, Arabia Saudí y Kuwait, entre otros países. El anuncio emitido el sábado añadió el cierre de embajadas en cuatro países africanos: Madagascar, Burundi, Ruanda y Mauricio. Sin embargo, la Casa Blanca decidió reabrir ayer sus legacionesen ciudades con una fuerte presencia insurgente, como Kabul y Bagdad.
La filial más peligrosa de la organización terrorista, según el Departamento de Estado, opera en Yemen, país donde se gestó el atentado del 25 de diciembre de 2009 para volar un avión de pasajeros sobre Detroit. Un año más tarde se interceptaron paquetes con explosivos en vuelos de carga enviados por una célula que operaba en ese país árabe.