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Berlusconi perdona la vida al Gobierno

Primer apoyo explícito de 'Il Cavaliere' al Ejecutivo que su partido comparte con el centroizquierda mientras los suyos piden el indulto a Napolitano

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Un emocionado hombre de Estado. Esta es la imagen que decidió ofrecer a su país Silvio Berlusconi en la tarde en la que el Pueblo de la Libertad (PDL) había convocado a sus seguidores en Roma a desagraviar al líder por la condena firme a cuatro años de prisión -reducidos a uno de arresto domiciliario o servicios sociales- por fraude fiscal mientras estaba al frente del Gobierno. La cita llegaba al calor de la indignación de los más fieles a 'Il Cavaliere' por lo que consideran una sentencia 'política' que, entienden, ofende no sólo su trayectoria de dos décadas al frente de los destinos de Italia sino también a los diez millones de votantes que lo apoyaron en febrero pasado.

Pero era una convocatoria complicada, como pudo verse ayer en la romana plaza del Plebiscito incluso antes de las seis de la tarde, la hora en la que podían esperarse hasta 500 autobuses procedentes de todos los lugares de Italia que justificarían la retirada por las bravas de abundante mobiliario urbano que ahora investiga el alcalde del Partido Demócrata, Ignazio Marino. Incluso los medios de comunicación más próximos al magnate se conformaron con situar a «cientos» de seguidores frente al domicilio de Berlusconi, al que éste había regresado después de partir la víspera a su villa de Cerdeña en compañía de su inseparable Francesca Pascale y de su hija mayor, Marina.

Los organizadores del acto de desagravio se habían curado en salud de antemano. El escaso tiempo para convocar y desplazar a los partidarios y el terrible calor de la tarde en la capital italiana volvían en apariencia hercúlea la tarea de salvar al líder del definitivo ataque de una magistratura que, dicen, llevaba persiguiéndolo «veinte años», desde su misma entrada en política. «Estamos en una dictadura. Hay un poder (el judicial) que está por encima de la democracia», en palabras de la vehemente diputada del PDL Daniela Santanche.

Puede intuirse que tan débil manifestación de indignación popular tuvo que resultar decepcionante para Berlusconi. Pero estaba claro que había vuelto a Roma para participar en el acto de los suyos, que fuera sonaba el himno de Forza Italia -la formación que ahora se supone que va a refundar de la mano de su hija mayor- y que una cosa es el 4 de agosto y otra muy diferente la próxima cita electoral. Aunque él no pueda ser candidato porque una ley impulsada por el Gobierno de su predecesor, Mario Monti, cierra las listas a los condenados por corrupción. Y aunque las urnas de momento se alejen al menos hasta después del verano por el cambio de estrategia de 'Il Cavaliere'. El tercero en tres días.

«Estoy aquí, no abandono»

«Dijimos de manera clara y directa que el Gobierno debe seguir hacia adelante», aseguró ayer Berlusconi. Y ofreció así su primer respaldo explícito al Ejecutivo que el PDL comparte con el PD del primer ministro Enrico Letta tres días después de saberse condenado en firme, dos días más tarde de pedir a los suyos que «se prepararan para ganar las elecciones» y cuando sólo habían pasado 24 horas desde que uno de los suyos, el ex ministro de Cultura Sandro Bondi, jugueteara con el peligro de una «guerra civil». Unas palabras que forzaron al entorno del presidente de la república, Giorgio Napolitano, a tachar a Bondi de «irresponsable».

La última versión de 'Il Cavaliere' sostuvo ayer que el Gobierno Letta no caerá porque «debe continuar tomando medidas económicas» para enderezar el rumbo de la tercera economía de la Unión Europea. Pero dijo también cosas como ésta: «Estoy aquí, no abandono, continuaremos todos juntos esta batalla por la democracia y la libertad para que los ciudadanos no tengan miedo de hallarse en prisión sin haber cometido ninguna falta». Así que, desinteresadamente, los jefes de grupo del PDL en la Cámara y el Senado se plantarán esta mañana ante Napolitano para pedir el indulto para su líder. Una petición imposible de satisfacer en el caso de un procesado que aún espera la confirmación de la condena a 7 años de cárcel e inhabilitación perpetua por prostitución de menores y abuso de poder en el 'caso Ruby'. Pero ya lo dice 'Il Giornale', el periódico de la familia: «Desde el arresto domiciliario se pueden hacer grandes cosas».

es el porcentaje de respaldo público que alcanza en este momento el Gobierno de Enrico Letta, según el sondeo publicado ayer en el diaro 'La Stampa' de Turín. La imagen del Ejecutivo de colaboración entre el PDL y el PD ha mejorado tres puntos desde su constitución, en mayo. La gestión gusta más a los votantes de centroderecha que a los progresistas.