Sin culpables en el Spanair y el metro de Valencia

El descarrilamiento del Alvia es junto los accidentes del Spanair y del metro de Valencia el mayor siniestro que ha registrado España en los últimos años. En los dos últimos casos, se achacó la responsabilidad a los pilotos y el conductor, todos fallecidos.

En el proceso del vuelo JK5022 en el que en 2008 fallecieron 154 personas fueron imputadas cinco personas del personal de tierra de la compañía aérea. En septiembre de 2012 el magistrado archivó la causa contra los dos últimos encausados, dos mecánicos a los que se exoneró de culpa pese a que se hallaron «indicios fundados» de no haber indagado el origen de una avería que, por otra parte, no se pudo relacionar con la causa final del accidente.

El caso, fuera ya de la vía penal, se mantiene vivo en torno a la responsabilidad civil y el pago de las indemnizaciones.

En el descarrilamiento del metro de Valencia de 2006 perdieron la vida 43 personas. La causa fue archivada en 2008 después de que la juez instructora entendiera que la responsabilidad penal recaía de forma exclusiva en el conductor, que incurrió en un exceso de velocidad. El pasado 22 de julio la Fiscalía solicitó reabrir el caso al considerar que existen «hechos y datos nuevos que en su momento no se valoraron que pudieron afectar al estado de la unidad siniestrada». El Ministerio Público tomó esta decisión tras examinar varias denuncias en las que se expone que los trenes del metro se encontraban obsoletos y presentaban un deficiente estado de conservación.