Mercados frontera, ¿una alternativa de éxito?
Las relaciones comerciales entre países del hemisferio sur ya suponen un 15% de todo el comercio internacional
Actualizado: GuardarLa depresión que afecta a las grandes economías occidentales contrasta con la aparición de nuevos mercados que crecen al margen de los flujos de comercio clásicos. Son los mercados frontera: países cuya economía no se incluye dentro de las consideradas 'en desarrollo', pero que presentan importantes niveles de crecimiento y tienen perspectivas optimistas de futuro.
Históricamente, la actividad económica a gran escala giraba -y lo siguen haciendo- en torno a los países del hemisferio norte, y las grandes inversiones solían tener como origen o destino una gran potencia. Ahora que la crisis atenaza en cierta medida estos movimientos, los economistas miran hacia nuevos escenarios.
Nigeria, Sri Lanka, Vietnam o los Emiratos Árabes Unidos, a pesar de sus diferencias, se están desarrollando económicamente y favorecen el crecimiento de las relaciones comerciales entre los países al sur del planeta. Aunque sus registros ni se acercan a los de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), los fondos de inversión en mercados frontera batieron un récord al operar con 2.370 millones de dólares en los primeros cuatro meses de 2013, y la entrada de activos aumentó un 12% más que en los países 'en desarrollo'.
El profesor de la escuela de negocios ESADE, Tomás Guerrero, señala que las nuevas relaciones sur-sur, lejos de ser un espejismo, «se están consolidando y se prevé un desplazamiento del poder económico hacia esta zona del mundo». En su informe sobre los mercados frontera señala que los flujos económicos entre países del sur han pasado de suponer el 6% del comercio internacional en los años ochenta al 15% en la actualidad.
Su capacidad competitiva reside en la disponibilidad de abundantes recursos naturales y la capacidad de producir a costes muy bajos. El responsable de la agencia de inversión Schroders en oriente medio y el norte de África, Rami Sidani, recuerda que el 43% de las reservas mundiales de petróleo y el 26% de las de gas natural pertenecen a regiones incluidas en los mercados frontera, como Kuwait o Qatar, y que otros como Nigeria o Kazajstán disponen también de grandes recursos.
Estas cualidades hacen a los países que las presentan muy atractivos para los inversores, no en vano, según datos del Banco Mundial, en 2009 el promedio de las rentas por la explotación de recursos naturales supuso el 9,5% del PIB en los mercados frontera, frente al 6,8% en el caso de los BRICS o al 1,2% de los miembros de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE)
Futuro
Los gobiernos no encomiendan su futuro a la producción de bajo coste en exclusiva, y son conscientes de que las materias primas son finitas, así que están trasladando el crecimiento económico al sector tecnológico. El profesor Guerrero explica que una herramienta para esta transformación son los fondos soberanos de inversión, respaldados por un Estado. Ya se han puesto en marcha 19 en estos países, que invierten para conseguir recursos más allá de la explotación de riquezas naturales. Un buen ejemplo de inversión en desarrollo industrial lo realizó el fondo soberano Mubadala, que consiguió que la empresa Airbus estableciera en Abu Dabi la plataforma logística aeronáutica más grande del mundo.
Como toda inversión, los mercados frontera no están exentos de riesgos. La inflación y la inestabilidad política son fenómenos a tener en cuenta según Rami Sidani, que advierte que la «estabilidad y la estructura política varía según el país», aunque reconoce que el riesgo en estas economías «no es sustancialmente mayor que en los mercados emergentes».
Según Guerrero otro problema puede surgir al «no garantizar la seguridad jurídica» los mercados frontera, como sucedió con la expropiación de IPF por parte de Argentina, además de la falta de variables macroeconómicas e institucionales en la elaboración de los índices que realizan entidades financieras.