EE UU cierra 21 embajadas y emite una alerta mundial por amenazas de Al-Qaida
NUEVA YORK. Actualizado: GuardarEl miedo a un posible ataque terrorista ha movido al Gobierno de EE UU a ordenar el cierre masivo de embajadas y consulados en el mundo musulmán. El Departamento de Estado no ha facilitado detalles sobre la procedencia de la amenaza, pero todos los indicios apuntan a Al-Qaida, responsable el pasado año del incendio de la delegación diplomática norteamericana en Bengasi, donde perecieron el embajador Christopher Stevens y otras tres personas. Las instalaciones afectadas se reparten en 21 países en Oriente Próximo, norte de África y Asia.
En la mayoría de los casos, la medida se aplicará cada domingo hasta finales de agosto, aunque en varios países las legaciones cerrarán más días durante la semana. «La información actual sugiere que Al-Qaida y organizaciones afiliadas siguen planeando ataques terroristas», señaló la portavoz del departamento de Estado, Marie Harf. Egipto, Irak, Catar, Bahréin, Kuwait, Afganistán, Bangladesh, Jordania, Omán, Arabia Saudí, Argelia, Emiratos Árabes Unidos, Yemen y Libia son algunas de las embajadas afectadas.
Harf también pidió a los ciudadanos con pasaporte estadounidense que extremen sus precauciones en sus viajes por el extranjero. «Los terroristas pueden usar diferentes medios y tipos de armamento para atacar tanto instalaciones públicas como intereses privados». El transporte público, incluidos «metros y trenes, así como servicios aéreos y marítimos» concentran las preocupaciones de las autoridades de EE UU.
Información confidencial
El vicepresidente Joe Biden trasladó a un grupo de congresistas a comienzos de semana información confidencial que apunta a una actividad inusual entre las células de Al-Qaida en el mundo árabe. A falta de una amenaza concreta, decidieron poner en marcha un amplio operativo de protección de intereses estadounidenses no visto desde las invasiones de Afganistán e Irak.
El ataque de Bengasi ha dejado una profunda huella en Washington después de que una comisión determinara que hubo negligencias y fallos cuando el consulado comenzó a ser atacado la noche del 11 de septiembre de 2012. La exsecretaria de Estado Hillary Clinton trató de salvar su reputación y la de su equipo en el Congreso, pero los republicanos no quedaron satisfechos.