Colas de vehículos ante la verja de entrada a Gibraltar. :: JON NAZCA. REUTERS
ANDALUCÍA

Tensión en la Verja

Interior denuncia acoso de extremistas a policías y guardias civiles tras dos semanas de controles exhaustivos para entrar y salir de Gibraltar

SEVILLA /MADRID. Actualizado: Guardar
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La tensión ha vuelto al Peñón al agriarse las relaciones entre los gobiernos de España y el de la colonia británica de Gibraltar. Esta vez también por la defensa española de los pescadores frente al veto que contra ellos ejercen las autoridades del Peñón. Cada vez que la tensión política aflora entre España y Gibraltar reaparecen largas colas a la entrada y salida del Peñón al extremar España los controles. Desde hace una semana estas son, como ayer, de entre cuatro y cinco horas.

Esto provoca malestar de los gibraltareños en plena temporada turística, pero también entre los españoles que trabajan al otro lado de la verja. La situación ha llegado al límite de verse guardias civiles y policías amenazados al publicarse sus fotos en una web invitando al escrache, lo que ha provocado las protestas del ministro del Interior español. El Gobierno de Londres, por su parte, convocó ayer al embajador español en Reino Unido, Federico Trillo, para que expliqué el por qué de las colas.

El 'Foreign Office' británico ha comunicado a España su «seria preocupación por los retrasos en la frontera entre Gibraltar y España» y espera que los «exhaustivos registros» de los vehículos no se repitan este fin de semana, informa Efe.

En ausencia de Trillo, que está de vacaciones, acudió a la cita el responsable de negocios de la embajada, Ramón Gandarias. Tras entrevistarse con el secretario de Estado de Exteriores, Hugo Swire, este, según el comunicado británico, lamentó esos retrasos que calificó de «injustificados, inaceptables y desproporcionados».

El pasado 29 de julio, el ministro británico de Asuntos Exteriores, William Hague, también llamó a su homólogo español, José Manuel García - Margallo , para manifestarle la preocupación de su Gobierno por esos retrasos.

Pescadores

La polémica actual viene de antiguo. En marzo de 2012 el ministro principal de Gibraltar, Fabian Picardo, encendió la mecha de la compleja relación de España con Gibraltar al prohibir a los pescadores de La Línea y Algeciras faenar en las aguas cercanas a la colonia británica. España, que no reconoce que Gibraltar tenga jurisdicción en dichas aguas, envió a la Guardia Civil para proteger a los pescadores andaluces.

Aquel encontronazo intentó arreglarse con negociaciones que nunca llegaron a buen puerto. Picardo ordenó hace dos semanas colocar bloques de hormigón en el caladero para en teoría construir un arrecife artificial que proteja el litoral, pero los pescadores entienden que es para impedir que ellos puedan faenar en las aguas. El ministro de Asuntos Exteriores español, José Manuel García-Margallo, dijo que denunciaría a la fiscalía un posible delito medioambiental por los bloques de hormigón arrojados al litoral, fueran o no para construir un arrecife.

El último capítulo de los desencuentros ha venido provocado por un grupo de exaltados nacionalistas del Peñón, que se hacen llamar 'Defenders of Gibraltar' (Defensores de Gibraltar). Este colectivo se ha dedicado a reproducir en su blog numerosas fotos de los agentes, fundamentalmente guardias civiles, que trabajan diariamente en la verja y a los que culpan de las largas esperas para entrar o salir de la colonia británica.

En esa misma web, los extremistas gibraltareños, además de hacer llamamientos para acosar a los funcionarios españoles, les acusan de «fascistas», «matones», «terroristas» y de tratar a las personas que cruzan por el punto fronterizo «como a animales».

Esta cruzada de acoso a los funcionarios, incluso repartiendo folletos en la frontera, tuvo una respuesta contundente del Gobierno. «No consentiré que se les pretenda denigrar de manera tan cobarde y ruin», aseguró en un comunicado el ministro del Interior, Jorge Fernández quien, no obstante, no avanzó qué medidas concretas va a llevar a cabo el Ejecutivo español para frenar esta campaña.