Una mujer contempla en la pantalla de su ordenador una imagen de la nueva documentación del técnico buscado por EE UU. :: AFP
MUNDO

Snowden recupera la libertad en Rusia

El Kremlin considera «insignificante» para sus relaciones con EE UU el refugio temporal de un año que ha concedido al informático filtrador

MOSCÚ. Actualizado: Guardar
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Después de cuarenta días encerrado en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita de Sheremétievo, el extécnico de la Agencia Nacional de Seguridad de EE UU, Edward Snowden, pudo ayer por fin abandonar su cautiverio e instalarse en territorio ruso. Le ha sido concedido el estatus de «refugiado temporal» por un año. El Kremlin cree que tal decisión es «demasiado insignificante» como para perjudicar las relaciones con Washington, en donde, no obstante, son cada vez más fuertes las voces que piden al presidente Barack Obama que anule la visita al país prevista para septiembre.

Quien informó ayer de la situación de Snowden fue su abogado ruso, Anatoli Kucherena. «Ha abandonado ya el aeropuerto. Le he entregado el documento que certifica que le ha sido otorgado asilo temporal por un año en la Federación de Rusia», afirmó. Según el letrado, el informático podrá ahora desplazarse sin cortapisas dentro del país. Sin embargo, se negó a desvelar su nueva residencia. «Me lo imagino, pero no puedo decirlo por motivos de seguridad (.) se fue a un lugar fuera de peligro, ya que es hoy día uno de los hombres más buscados del mundo», añadió. Tan sólo dijo haber metido al joven en un taxi tras salir de la terminal E de Sheremétievo, en cuyo hotel de tránsito estuvo alojado las últimas cinco semanas. Le acompañaba la activista de Wikileaks Sarah Harrison.

Horas después de su salida del aeropuerto, Snowden rompió su silencio para dar las gracias a Putin y cargar contra EE UU por los intentos de obtener su extradición. «La Justicia ha ganado», sentenció al destacar que Rusia «ha cumplido con las leyes y sus obligaciones internacionales». En esa misma línea, el fundador de Wikileaks, Julian Assange, se mostró complacido por la decisión del Kremlin. «Es otra victoria frente a la guerra de Obama contra los filtradores. Se ha ganado esta batalla, pero la lucha continúa», advirtió.

Documentos ya entregados

El consejero presidencial, Yuri Ushakov, declaró que el caso de Snowden «es demasiado insignificante» como para dañar los lazos con Washington. «Nuestro presidente -Vladímir Putin- ha expresado en numerosas ocasiones que esto no va a afectar las relaciones», recalcó. A su juicio, «no hay indicios de que Obama vaya a cancelar su visita a Moscú». Aun así, el paso dado ayer por Rusia hará seguramente que empeoren los vínculos con la Casa blanca. Se abre así un nuevo frente en un panorama ya devastado por las sanciones que EE UU impuso a Rusia por la muerte del abogado Magnitski, empañado por las divergencias sobre Siria y ennegrecido por la represión de Putin contra sus adversarios políticos.

Pese a las reiteradas solicitudes de EE UU para que Moscú les entregue al filtrador, Putin descartó tal posibilidad, aunque condicionó la concesión de asilo a que dejase de filtrar a los medios de comunicación el material recabado en la NSA. En este sentido, Kucherena aseguró el miércoles que, ya antes de llegar a la capital rusa, el joven «había entregado a la prensa toda una serie de reveladores documentos y que, lamentablemente, no puede detener su publicación». El letrado sostiene que «mientras Snowden estuvo en el aeropuerto no divulgó ningún secreto a la prensa internacional».

Putin ha subrayado en todo momento que su negativa a plegarse a los deseos de Estados Unidos se debe al carácter «independiente» de su política exterior. Funcionarios rusos apuntan además a la ausencia de un acuerdo de extradición entre los dos países y que Washington se ha negado a enviar a delincuentes que Moscú había solicitado.

El antiguo colaborador de la CIA llegó a Moscú el 23 de junio procedente de Hong Kong tras huir desde Hawai. Está acusado en su país de tres delitos relacionados con las filtraciones a los diarios 'The Guardian 'y 'The Washington Post' sobre el programa de espionaje masivo de la NSA a ciudadanos de todo el mundo. Aun así, el Gobierno norteamericano garantizó la semana pasada a Moscú que Snowden no será torturado ni condenado a muerte. El mensaje de Washington no ha convencido al informático, quien ya valora la posibilidad de pedir la nacionalidad rusa. Su padre aprueba que se quede allí de por vida.