MUNDO

Dostoyévski y Chéjov en la zona de tránsito

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Las largas horas en la zona de tránsito del aeropuerto moscovita han servido para familiarizar a Edward Snowden con la historia y la literatura rusas, además del alfabeto del que en el próximo año será su país de acogida. El abogado Anatoli Kucherena le proporcionó 'Crimen y castigo', que el informático devoró, y relatos de Chéjov, además de algunos libros del historiador del siglo XIX Nikolai Karamzin. Tanto le gustaron estos últimos que pidió las obras completas. La atmósfera artificial de Sheremétievo no habría afectado a la salud de Snowden. Según confesó a Kucherena, el estadounidense «se ha visto en peores circunstancias». Como llegó a Moscú apenas sin equipaje, el letrado tuvo que comprarle camisas y un par de zapatos.