El PSOE mantendrá «congelada» su relación con el Gobierno hasta que Rajoy dimita
El PP blindará al presidente y defenderá que el escándalo Bárcenas solo es un ataque partidista que amenaza la recuperación
MADRID. Actualizado: GuardarLos socialistas dibujan una segunda parte de la legislatura a cara de perro. La dirección federal del PSOE ha acordado mantener «congeladas» todas las relaciones del primer partido de la oposición con el Gobierno y con el PP hasta que el presidente del Ejecutivo presente la dimisión y acepte ser sustituido por otro diputado popular. No reclamarán, al menos de momento, un adelanto electoral, pero sí la renuncia de Mariano Rajoy. «La dimisión del presidente del Gobierno es indispensable», aseguró la vicesecretaria general, Elena Valenciano, como resumen del debate vivido en la comisión ejecutiva.
Alfredo Pérez Rubalcaba le dirá hoy a Rajoy que las salpicaduras del 'caso Bárcenas' le llegan desde la cabeza a los pies y que, argumente lo que argumente desde la tribuna del Congreso, no tiene duda de que está inhabilitado para seguir al frente del Gobierno.
Según defenderá el líder de los socialistas, si el presidente admite que mintió cuando en febrero dijo que las acusaciones de Luis Barcenas son falsas y que no tuvo contactos con el extesorero desde que en 2010 dejó el partido está obligado a marcharse. Y, en el caso de que reitere sus palabras e inocencia, le dirá que tiene que dimitir por las dos décadas de trama de financiación ilegal del PP y sobresueldos en negro a dirigentes que investiga la Audiencia Nacional -y que él da por segura- y porque, además, considera que el Gobierno de España está «secuestrado» por el extesorero y por las revelaciones sobre la corrupción en el partido que pueda tener en cartera.
También, según dio a entender Valenciano, le aclarará que la situación vivida en la primavera pasada, cuando tras exigir en enero la dimisión el PSOE aceptó avenirse a pactos políticos, como el de la posición común de España ante la Unión Europea, no se volverá a repetir. La número dos socialista adelantó que ahora la responsabilidad para recomponer la relación entre el Gobierno y el PSOE «está en el tejado del PP» y en la decisión del presidente. El entendimiento en la actual situación es «impensable», afirmó.
Los socialistas, según Valenciano, pase lo que pase en el debate de hoy, ya han decidido que no van a dejar de reclamar, «con todos los instrumentos a su alcance», la renuncia de Rajoy, aunque sepan que eso no tiene visos de ocurrir. No al menos hasta que así lo decida la holgada mayoría absoluta que el PP tiene en el Congreso, que ya ha dejado muy claro el apoyo incondicional a Rajoy y a que agote la legislatura en la Presidencia.
Valenciano rechazó anticipar escenarios sobre su anunciada etapa de máxima dureza opositora, pero tampoco quiso descartar nada, ni siquiera la posibilidad de que Rubalcaba, tras el debate, decida rescatar la amenaza de la moción de censura contra Rajoy que ya desenfundó en las últimas semanas para obligarle a venir a dar explicaciones en el Parlamento sobre el 'caso Bárcenas' en un pleno extraordinario y antes de las vacaciones.
Primero, la economía
Las posiciones del PSOE, que similares o incluso incrementadas defenderá hoy el resto de grupos de la oposición, se estrellarán, como está anunciado, contra el muro de los 186 diputados del PP.
Entre el portavoz adjunto del grupo popular en el Congreso, Rafael Hernando, y el vicesecretario de Programas, Esteban González Pons, anticiparon ayer buena parte de la estrategia que seguirá Rajoy.
En primer lugar, explicó González Pons, el presidente del Gobierno tendrá como prioridad de la comparecencia la lucha de su Gabinete contra la crisis, el programa de reformas económicas y la aparición de algunos indicadores de actividad esperanzadores, que podrían anunciar la salida del túnel. Solo después vendrá el 'caso Bárcenas', de quien ni siquiera hay constancia de que vaya a pronunciar el nombre.
Pero, además, los populares defenderán que el escándalo político no es más que un conjunto de «injurias y calumnias» del PSOE y del extesorero encarcelado contra Rajoy y el PP. Un ataque partidista contra el Gobierno a partir de una supuesta contabilidad B del partido «fabricada» e inexistente. «Un conjunto de acusaciones falsas», en definitiva. El presidente no solo negará la financiación irregular y los sobresueldos en negro sino que avisará de que mantener un clima político enrarecido puede «estropear» la recuperación de España.