Días entre recuerdo y recuerdo

Centenares de alumnos en el instituto Sancti Petri, pero durante cinco minutos no había ni un sólo ruido en sus pasillos, en sus clases o en la entrada. Durante cinco minutos el instituto Sancti Petri enmudeció y lo hizo en memoria de Antonio Reyes, el profesor que perdió la vida en el trágico tren que nunca llegó a Santiago. «Siempre estarás con nosotros» o «gracias por compartir tus saberes», eran algunos de los mensajes de las pancartas que colgaron en una de las paredes del centro, junto a flores y velas. Otro pequeño altar que surge en San Fernando y que acompaña al que los trabajadores del BBVA de la calle Real realizaron a su mujer, Rosa Quijano, a la puerta de la entidad bancaria. También al que existe en el colegio Puente Zuazo en recuerdo de Esperanza Márquez y Paco García, los otros docentes que fallecieron en el viaje.

En octubre se jubilaba Antonio, se lo habían confirmado días antes de partir a Galicia. Un tiempo del que ya no podrá disfrutar ni compartir con sus hijas, una de ellas Fátima, la joven de 26 años que iba con el grupo y que sí pudo salvar la vida.

La otra superviviente del grupo de isleños, Pepa Álvarez, también es profesora del Sancti Petri y por ello, cuando el centro volvió a recuperar el ruido fue para preguntar en busca de noticias sobre su evolución. Una recuperación que avanza de forma «favorable». Así lo confirmó ayer el delegado de la Junta en Cádiz, Fernando López Gil, quien permanece en contacto con la familia para realizar un seguimiento de su situación. Asimismo, y tras desear su pronta recuperación, señaló que en cuanto la herida se «estabilice» será trasladada de vuelta a la provincia.

Aunque ayer en el Sancti Petri eran conscientes de que aún le queda un camino complicado y que tardará días en volver a casa, aunque al menos ya está en planta. Por ello, los alumnos del Sancti Petri, que convocaron a través de redes sociales y por mensajes de móvil esta concentración, ayer también quisieron mostrar su cariño para transmitir fuerza a Pepa y a su familia, sobre todo tras la pérdida de su marido, el reconocido cofrade y empleado municipal Ignacio Bustamante, que también pereció en el siniestro.

En estos días se han ido sucediendo los homenajes, concentraciones y muestras de respeto y luto en la ciudad. El próximo será ya mañana en el funeral que está organizando el Ayuntamiento en honor a los cinco fallecidos. El acto, de carácter público, tendrá lugar a las 20 horas en el anfiteatro del Parque Almirante Laulhé y será oficiado por el obispo de Cádiz y Ceuta, Rafael Zornoza Boy.