Otra Zona Franca a cien kilómetros

El municipio de Sevilla se ha llevado el gato al agua de la nueva Zona Franca hispalense o, más bien, su alcalde y presidente regional del PP, Juan Ignacio Zoido, que ha batallado contra miembros de su propio partido para sacar adelante este ambicioso proyecto. El Ministerio de Hacienda aprobó ayer la concesión a Sevilla de un recinto fiscal, que comenzará a funcionar a finales de año y moverá unos mil millones de euros. No cabe duda de que las instalaciones sevillanas supondrán una competencia feroz para las de Cádiz. Este movimiento que ha hecho Zoido con la implantación de un recinto fiscal propio en terrenos portuarios suscitó desde el primer momento cierto recelo en Cádiz, pero la presencia del PP en los órganos de poder de Cádiz y Sevilla ha evitado el enfrentamiento público y se ha llevado a cabo con una discreta cordialidad. La autorización de una Zona Franca en Sevilla supone, al mismo tiempo, un paso más para aprobar el dragado del río Guadalquivir. El arco empresarial sevillano ha tomado posiciones ante un más que posible dragado del río, lo que permitirá la navegación de grandes cruceros y buques mercantes hasta el mismo centro de la ciudad. Al margen de la Zona Franca, Sevilla trabaja también en la reapertura del astillero gracias a la propuesta de una empresa privada. Políticos y empresarios de Sevilla han formado un frente común, sin fisuras, que poco a poco ha escalado posiciones en beneficio del municipio. No resulta creíble, por tanto, el mensaje de los populares gaditanos que tratan de restar importancia a esta nueva conquista de Sevilla y es menos creíble aún, que no supone una competencia. La Zona Franca sevillana moverá al año 1,7 millones de toneladas de mercancías y se asentará sobre una superficie de 720.000 metros cuadrados. Empresas como Airbus y Renault han mostrado interés.